Mientras los rojillos mantuvieron la puerta a cero pareció que buscaban algo, después ni eso. Como que se conformaban con no salir goleados
- miércoles, 17 de abril de 2024
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Mientras los rojillos mantuvieron la puerta a cero pareció que buscaban algo, después ni eso. Como que se conformaban con no salir goleados
Lo que no puede ser, imposible que resulte. Después del partido ante el Valencia parecía muy difícil hacerlo peor, pero Osasuna lo consiguió en su visita al Villarreal. Al menos en la primera parte, en la que los amarillos firmaron el 2-0 final. Por más vueltas que dar a la cabeza, ignoro si alguien sabrá responder a qué jugó Osasuna en ella. Ni tres pases encadenó en los 45 minutos iniciales. Apenas un zapatazo de que Chimy sacó de la chistera, quizás para dedicarlo a Sampaoli. Nada más, porque en la segunda mitad unos se conformaron con lo que había y… los otros también.
Arrasate rectificó sus últimas tentativas, es decir, del doble pivote con una línea de tres por delante de los últimos partidos giró al trivote clásico, pero tampoco. Sacrificó a Aimar Oroz para recuperarlo después, en la segunda mitad, y volver al doble pivote sin Torró. Tanto monta, monta tanto. Todo siguió igual. Sin alma. En un partido como transcurrió éste, poco importó el esquema como la consigna y, más todavía la actitud o, mejor dicho, la aptitud.
Salir a defender, sin más, tiene el riesgo de que Aridane corra a la par de un jugador durante cincuenta metros sin inquietarle, poniéndole alfombra para servir un taconazo a placer. Ahí terminó el partido. Los rojillos quedaron a oscuras. Hasta ese momento sirve el despliegue ocupacional defensivo. Luego, se acabó. Volvemos a topar con la actitud o, mejor dicho, con la aptitud. Nadie confiaba en dar la vuelta al partido frente al Villarreal, ni tan siquiera intentarlo. Tarea ardua, infinita, milagrosa, imposible.
No merece la pena seguir con un partido que no tiene ni media vuelta más. Osasuna salió a contener, y no supo. Marchó al descanso con dos goles en contra y trató de no salir goleado. Nada más.
