• jueves, 28 de marzo de 2024
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Elche - Osasuna: imposible jugar dos partidos a la vez

Por José Mª Esparza

Osasuna salió a ganar en Elche. No dejó dudas alineando a Budimir y Chimy en punta por la derecha, a la vez que Arrasate mantenía a Moreno y daba la alternativa a Ibáñez en la titularidad. Todo se prometía feliz, pero…

El delantero del Osasuna Ezequiel Ávila (c) se zafa del centrocampista del Elche Gerard Gumbau durante un encuentro correspondiente a la jornada 18 de LaLiga Santander entre el Elche y el Osasuna. EFE/ Ana Escobar

El encuentro de Elche era ganable, imposible de perder y fácil para sumar tres puntos, pero de pronto se confabularon los astros y Arrasate, que no quería pensar en la Copa antes del partido, lo hizo en él. Creyó que la ventaja de un gol obtenido en la primera mitad resultaría suficiente pero no siempre sucede como en Bilbao. El Elche agarró una, y menos mal que no fueron dos, que habría tirado todo el trabajo por la borda. Se jugaba la vida, mientras Osasuna ya estaba en El Sadar ante el Sevilla. Así de sencillamente se escaparon dos puntos tan asequibles.

Hay partidos en los que a los cinco minutos no dejan duda de cómo resultarán. El de Elche no escondió que un equipo iba directo a por la victoria, mientras que al otro no le quedaba sino hacer lo que pudiera por evitar la debacle. En tal sentido, gustó la apuesta de Arrasate, con Moi de director de orquesta plenipotenciario, escoltado por Brasanac en labores más oscuras e Ibáñez tomando la alternativa para hacerse mayor. La medular es la línea que siempre desvela secretos, y esta vez tampoco fue excepción.

Dio la impresión que Osasuna jugó en casa durante la primera parte por ocasiones de gol, dominio, disparos a puerta, marcador. Los rojillos llevaron la iniciativa sabiéndose superiores, muy por encima del rival, convencidos de que no ganar supondría un fracaso. La línea in crescendo que han marcado los resultados desde Anoeta, y de mejoría en el juego en los dos últimos partidos parecía encontrar en Elche un “más alto todavía”, pero sonó el silbato de fin de la primera mitad y comenzó otro partido, el de Copa.

Al cuarto de hora Arrasate puso a Aimar Oroz en una zona y cometido que todavía no son suyos, en lugar de Moi Gómez, descabezando el juego del conjunto. Un cuarto de hora después, habían desaparecido Budimir y Chimy, y con Kike García en el campo, los rojillos decían adiós a sus opciones. El Elche, más intenso y convencido, siempre estuvo más cerca del triunfo que un Osasuna deslavazado e inconsistente que deambulaba, que dudaba de sus opciones reales. Que dosificaba sus posibilidades para el miércoles frente al Sevilla.

A lo dicho, resulta imposible jugar a la vez dos partidos, y más todavía si uno de ellos es a domicilio, aunque sea contra el colista. En esta ocasión, al menos se ha sumado un punto. A ver qué ocurre el miércoles en el choque a vida o muerte contra los hispalenses.


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