Por primera vez el Ayuntamiento de Madrid abrió sus puertas el 24 por la noche para recibir a los sin techo.
Por primera vez el Ayuntamiento de Madrid abrió sus puertas el 24 por la noche para recibir a los sin techo.
El Padre Ángel, de Mensajeros de la Paz, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y representantes de la Asociación Gremial del Taxi fueron los encargados de dar la bienvenida a las más de 200 personas a las que habían invitado al Palacio de Cristal para que pudieran disfrutar de la que sin duda habrá sido una de las mejores noches más emotivas de su vida. Teniendo en cuenta que quienes acudían a esa cena tan especial son gente que por distintas circunstancias se ven abocadas a vivir en la calle, con los riesgos que eso supone.
Un acontecimiento que ha sido posible gracias a la generosidad de la empresa Lecaser, que fue la encargada de proporcionar el menú que previamente habían elaborado los voluntarios que cocinan en el Centro Social El Pozo de Mensajeros de la Paz, en Vallecas, uno de los barrios más populares de Madrid, y que estaba compuesto de: sopa de marisco, langostinos a dos salsas, paletilla de cordero con patata panadera o dorada al horno y, de postre, flan con nata y dulces navideños.
Y para que no faltara de nada amenizaron la velada los cantantes Jaime Vaquero, Sergio Rojas y Alberto Torres, muy conocidos por su participación en el programa de María Teresa Campos '¡Qué tiempo tan feliz!', que hicieron las delicias de un colectivo que sufre como nadie las inclemencias del tiempo, también de la sociedad.
Horas antes de que empezaran a llegar a Cibeles los primeros invitados se había ofrecido una comida de hermandad a los usuarios de los comedores sociales que Mensajeros de la Paz tiene en Villaverde y Ciudad Lineal, en los que realizan una labor humanitaria muy importante, gracias a gente como el Padre Ángel, que trabaja a pie de calle y que es un hombre que vive por y para hacer felices a los que menos tienen.
Soy testigo de su tesón, de su esfuerzo, pero también del tesón y el esfuerzo de esos cientos, miles de voluntarios que cada día salen de su casa para ayudar a los que menos tienen. Gente anónima, muchos de ellos jubilados, otros que roban tiempo a su familia, jóvenes conscientes de las desigualdades sociales que día a día ponen su granito de arena para hacer más aceptable la vida de quienes no tienen recursos.
Hay en Madrid, pero también el resto de ciudades españoles, asociaciones que trabajan con colectivos a los que no les llega para comer, o para pagar la luz porque se han quedado sin trabajo, o porque los que los recortes sociales les han dejado a la intemperie. Hay muchos pero uno de los más activos son los bomberos de Madrid, que ante la precariedad que veían cuando tenían que apagar un fuego, decidieron poner manos a la obra, rascarse el bolsillo, y con lo que recaudan ayudar a las personas más vulnerables. Para recaudar un poco más de dinero han decidido sacar una calendario que se puede obtener a través de la web: bomberosayudan.org.
Hay quien piensa que para eso están las administraciones públicas, y tienen razón, pero también debemos ser conscientes de que ante el aumento de gente que no tiene para comer lo mejor es ayudar, cada uno con lo que pueda: unos con ropa, otros con comida, o con dinero, porque lo importante es hacer la vida de estas personas más llevadera.