Mientras España entera, poco a poco, empieza a disfrutar el tren de altas prestaciones, con lo que esto supone en atracción de inversión, personas y, en definitiva, riqueza, en Navarra seguimos cantando la canción de El Consorcio como es tradición en las bodas de que se precien. Una pena y una oportunidad que, como la perdamos, no tendrá retorno.
- sábado, 18 de enero de 2025
- Actualizado 13:02