Alabanzas y frustraciones del cierre de “Succession”

A pesar de haber sido una gran serie con un buen final, en Succession hay ciertos sentimientos contradictorios. En esta temporada vemos situaciones repetidas y cuando el tablero cambia y se presta a nuevas dinámicas, termina la serie. Por ejemplo, según se acerca la reunión de la junta, uno tiene la sensación de que ya ha estado ahí antes. Ya hemos visto a Kendall realizar una votación para quedarse con el puesto y fracasar, por ejemplo.

A pesar del clímax final, cuando termina el capítulo no creo que los personajes principales hayan tenido un cierre. Terminan en una situación peor que en el inicio de la serie, en el mejor de los casos con algo más de conocimiento sobre ellos mismos pero con varios fracasos consecutivos. Por supuesto, es una tragedia pero la tragedia no parece que sea que hayan perdido sino que sean incapaces de cambiar, solo cambian sus circunstancias.

Especialmente en el caso de Kendall y su fragilidad emocional, con todo lo que hemos visto de él uno entendería que solo le queda autodestruirse o suicidarse. Esa era mi gran duda de la serie, qué salidas tiene este personaje, lo mismo con la extraña situación de Roman. Quizás si al perder su legado se liberaran de esa carga pero la serie no resuelve nada de lo que les espera. Lo mismo ocurre con Tom y Shiv. El último plano deja una imagen excepcional pero ¿qué forma tiene ese matrimonio? La absoluta sumisión de Shiv resulta difícil de creer. 

Un último apunte es que también resulta una pena que uno de los personajes centrales no haya obtenido una caracterización mayor que la que se presta para la comedia. Hablo del personaje del primo Greg. 

La cuarta temporada ha sido muy intensa pero en parte es porque en cada capítulo la serie ha presentado unas reglas del juego que más tarde cambiaba u olvidaba: la figura de Ebba, la posibilidad del US CEO es algo presentado en el último momento, Kendall intenta con éxito subir sus acciones para comprar GoJo pero tampoco vuelve a comentarse y por último, los fraudulentos números de suscriptores de la empresa de Lukas Matsson.

La decisión de dejar a los Roy fuera de la empresa resulta algo obvio con esa discusión inmadura al finalizar la votación de la junta. La trayectoria de Tom resulta coherente aunque cómo termina de sucesor parece algo aleatorio. Es debido a un comentario de Shiv y un razonamiento extraño de Matsson que ni siquiera Tom entiende.

Hay dinámicas repetidas y a la vez, parecen no haber suficientes para cerrar los personajes y su futuro. Creo que hemos tenido un final de temporada o un penúltimo capítulo más que el cierre de una serie.