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Blog / La Claqueta

Qué sí funciona y qué no en la serie “La casa del dragón”

Por Santi Irurtia

La segunda temporada de la serie precuela de Juego de Tronos ya está disponible en la plataforma Max, antigua HBO. 

A la izquierda una imagen de Juego de Tronos, a la derecha una imagen de La Casa del Dragón. NAVARRA.COM
A la izquierda una imagen de Juego de Tronos, a la derecha una imagen de La Casa del Dragón. NAVARRA.COM

El director de cine Miguel Sapochnik fue el mejor valorado de los últimos episodios de “Juego de Tronos”. A diferencia de los guiones que fueron machados por los fans, la realización del director fue aplaudida por todos por su narrativa visual. Su capacidad para crear belleza a través de escenas con simbolismo exento de diálogos.

Durante la promoción de la primera temporada de “La casa del dragón” (2022), una serie que cuenta hechos acontecidos antes de “Juego de Tronos” (2011) y en la que Miguel era director, le preguntaron: “¿Por qué volver con la posibilidad de fracasar?”. El dijo: "Porque Juego de Tronos lo cambió todo".

Y así fue, probablemente el mayor fenómeno de la TV de este siglo solo igualado por “Los Sopranos” (1999) y “Perdidos” (2004). No solo por las audiencias sino por traer valores de producción que nunca habían estado en televisión. A diferencia de las ficciones comentadas, nunca se había dado un fenómeno sobre una serie 1. de fantasía y 2. tan compleja, que exigía tanto al espectador. Hay tantas familias, se habla de personajes que no aparecerán hasta siguientes temporadas o de fallecidos varias décadas atrás.

 

Afortunadamente, la violencia, el sexo explícito y personajes memorables (siempre al borde de la muerte) hacían que la audiencia estuviera dispuesta a ver una historia compleja. Además, el despliegue visual (especialmente de los penúltimos capítulos de cada temporada) se acercaban una super producción de Hollywood.

La casa del dragón” ya es un éxito por ser capaz de plantarle cara (se renovó para una 3ª, antes de estrenarse la 2ª), aunque nunca se acerque, a la épica serie de 2011. Sin los dos guionistas y creadores originales y con el autor de los libros como co-creador, “La casa del dragón” se defiende con una historia sencilla y con personajes más superficiales.

Lo mejor y peor que puedo decir de ella es que lo más fascinante que tiene son los elementos técnicos: la música, el diseño de producción y la fotografía son sobresalientes. Algunos planos generales tienen claro oscuros en los que un fogonazo de luz invade el espacio, casi salido de un cuadro de Caravaggio.

Este gran envoltorio junto con la mitología y las muertes imprevistas ya es un festín de cuervos, pero echo de menos los personajes memorables jugándosela. Es una serie preciosa pero algo hueca. Aquí nadie es especialmente virtuoso en nada ni tampoco se arriesgan, están a salvo en sus palacios. De hecho, no tengo claro que ningún personaje de “La Casa del dragón” sobreviese un capítulo de “Juego de Tronos”.

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