• martes, 23 de abril de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Un whiskazo, una tregua y Joe la Reina

Por Javier Ancín

Tenía previsto escribir de lo de siempre, la actualidad, pero es que ya estoy harto de la actualidad. Iba a decir hasta las pelotas, pero me he cortado porque Ana me afea siempre que me ve que suelte tanto taco escribiendo.

El grupo Joe la Reina
El grupo musical Joe la Reina.

Apetece un Macallan®, sin nada, y una tregua de la actualidad. Es de noche. A lo lejos despega un avión, pero tan allá que no se escucha. Me gusta mirar aviones que despegan, como en Gattaca Jude Law a los cohetes que ascienden. Puedo destrozarme la vida sin remordimientos pero nunca me perdonaría destrozar un whisky escocés cojonudo, envejecido en barricas de sherry jerezano, echándole agua o hielo o más angustia. Viva la bohemia burguesa. Viva Europa. Pensaba que la última estación del hombre era el gintónic pero hasta en eso me he equivocado.

Días de muertos o de difuntos o de calabazas o disfraces o de huesos de santo, que no recuerdo haber comido nunca, cuando escribo esto. Días de melancolía y muerte por todos los lados, cementerios, aunque sea en plan risas, aunque sea en plan sexi, aunque sea en plan tradicional, con abuelas fregando lápidas. Todos los Santos con todos los demonios revoloteando cerca, al acecho.

Sigue la noche, a oscuras. Me pongo por primera vez el nuevo disco de Joe la Reina, “Esas nuevas modas”, me tumbo en el sofá sin quitarme ni las zapatillas y dejó el vaso en el suelo, al alcance de la mano.

Conocí a este grupo un invierno de hace unos años en un lugar muy frío y húmedo, en un lugar enorme, cerca de un río inmenso al que le cruza un puente de hierro azul -en la calle inglesa de su barrio-, en un concierto en el que se dejaron los dedos, sangrando, en cada acorde. Yo ya iba de periodista a escuchar su entonces único disco, “Bailamos por miedo”. Eran fascinantes porque no podía colocar ese sonido ni en el presente ni en el futuro ni en el pasado. Eran la última película de vaqueros, recuerdo que pensé. ¿De dónde vienen? Se lo pregunté a mi amigo Eduardo, que a su vez se lo comentó a su colega Beñat, y me dijo que eran donostiarras pero que ensayaban mucho por Pamplona, o algo así o yo qué sé. Uno de esos grupos de casa que no conoce nadie por aquí.

Los edita Subterfuge, que es un poco como decir la editorial Anagrama de la música. Tiene incluso a su particular Jorge Herralde al mando, Carlos Galán, que siempre pone fotos del amanecer madrileño en su Instagram y que cuando yo tenía cuenta ahí disfrutaba cada mediodía -los escritores amanecemos tarde-. A mí me gusta Joe la Reina, el sello Subterfuge, el jefe fotógrafo, los amaneceres urbanos de Madrid, Anagrama, Herralde y que no tenga que escribir esta noche de la actualidad porque estoy saturado.

El disco se desliza suave. Frases que las leo escuchando y que las quisiera haber escrito yo. Sonidos de paseo sin guía por una ciudad nueva y totalmente conocida. Aquí no vas a perderte, es como volver a las películas de la tarde de los sábados, cuando solo había dos cadenas en la tele, pero ahora, en esta jungla. Ritmos que te cambian el paso cada paso, como cuando esquivas gente, porque la gente nunca se aparta, en una acera concurrida de una avenida que adoras.

Joe la Reina son para relajar los puños y que su corriente te lleve por galerías únicas, hasta donde les dé la gana, entre pinturas rupestres, dibujos técnicos, viñetas de cómics y bocetos terminados de obras de arte: edificios de apartamentos, puentes, muchos puentes, castillos, carreteras con carretas o puertos con sus muelles que suben y bajan al son de la marea, amortiguando a la perfección la realidad. Joe la Reina son un mapa de hoy que no coincide con el ahora, por eso molan, porque no te das cuenta de que estás donde estás. Calles que son de otro mundo, incluso del verbo callar, para poder oír cada detalle.

Si ellos se arriesgan en cada canción yo me arriesgo con ellos y voy, sin retaguardia. Como a una mano de póker definitiva. Lo veo todo, a todos y con todo, ciego de Escocia y de Cádiz en los dedos. Como tira las fichas de casino John Malkovich en la película “Rounders”, despacio, esparciéndolas una a una por la mesa cubriéndola por completo, desordenando la partida, sembrando, a ver qué nace de ahí para el siguiente escalón al que quiera subir en el futuro esta banda. Discazo de Joe La Reina. Muy discazo.

“Esas modas nuevas” es un discacísimo. Y solo es el segundo de su carrera. Una apuesta redonda que espero que cobren como merecen, desplumándonos a todos. Me lo vuelvo a poner desde el principio, en bucle, hasta que me quede dormido, hasta que despierte y vuelva a dormir, soñando que he despertado de nuevo. Escuchen, no hay prisa, fuera de estas canciones solo nos espera lo de aburrido de siempre, la actualidad. Y eso es todo.


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Un whiskazo, una tregua y Joe la Reina