El listón listón lo puso el PSOE y con ese listón hemos ido viviendo décadas pero también se quejan ahora de ello. Ya no les sirve ni que juegue la sociedad con sus reglas, porque así han perdido las elecciones ultimas. Necesitan más.
El PSOE intenta imponer a la desesperada un listón aún más cómodo para ellos y para la derecha, otro casi a ras de suelo que les obligue a hacer contorsiones como si estuvieran bailando un limbo imposible.
El mismo PSOE que cuando Eguiguren fue condenado por dar una paliza a su mujer -según consta en la sentencia, con manos, un zapato y un paraguas-, lo ascendieron a presidente del partido en Euskadi, para protegerlo, chilla y patalea porque en Vox hay otro que fue condenado hace 20 años por insultar a su mujer.
El PSOE está desconcertado porque ese relativismo moral que les había funcionado hasta ahora -un acto intolerable se convierte en tolerable si lo practica el PSOE- no tiene pintas de colar ya. La gente está aburrida de estas dos varas de medir que han tenido los socialista desde 1978 y ya no les hace ni puñetero caso.
Tanto ha ido el cántaro a la fuente con el que viene el lobo, que viene el lobo que al final el cántaro... manzanas traigo, en abril aguas mil y la avaricia rompe el saco. Es decir, que la gente ya ni les escucha sus cacofonías éticas de la saturación que han producido retorciéndolas durante décadas.
Ayer mismo, por ejemplo, esta vez dicen que poniendo morritos serios, se volvió a reunir Txibite y Coronalzórriz con su socios del partido de la Eta. Con los mismos que le hicieron presidenta y que ha pactado cada uno de los presupuestos de su gobierno.
En primera fila de nuevo -esto no es casual, claro, esto es para que quede constancia, la Eta siempre ha sido muy de editorializar con las puestas en escena- el tipo más siniestro que ha dado la política navarra: Adolfo Araiz.
Ahí sigue, impertérrito, el ideólogo abajo firmante de la doctrina más sanguinaria del terrorismo nacionalista vasco, la llamada cursimente por ellos mismos, "socialización del dolor", que básicamente consistía en hay que matar a todos todo lo que se pueda. Cuantos más matemos, mejor. Toda la sociedad en el punto de mira. Muerte, muerte y más muerte, sangre a chorros a mayor gloria de Euskal Herria.
Tomas Caballero, por particularizarlo en una persona que todos conocemos en Navarra, fue asesinado en base a esta estrategia aprobada por todos los miembros de la mesa nacional de HB, en la que se encontraba Adolfo Araiz, interlocutor de Txibite en cada una de las negociaciones que ha tenido con el partido de la Eta.
¿Qué fuerza moral, ética o como quieras llamarla puede tener el PSOE ahora para oponerse a pacto alguno? Pues eso... ninguna. El PSOE ha sido desactivado socialmente por la propia historia del PSOE. Su jaculatorias ya solo son ese ruido molesto e incomprensible de fondo que escuchas buscando el botón de colgar, cuando en mitad de la siesta, eres despertado por la llamada de un teleoperador para venderte una burra. Y eso es todo.
