- sábado, 14 de diciembre de 2024
- Actualizado 08:46
Esa risa de Sanchez siniestra, que se alarga injustificadamente, enloquecida, siempre esperando que los demás le sigan y se rían con él. Y le siguen, pero desconcertados, mirándose entre ellos, como diciéndose, menudo pirado al que tenemos que complacer. Y le complacen, como para no complacerle, como para negarle el culto que el líder exige, que te deja sin comer, que te quita del puesto de cobrar, que te manda fuera del partido.
El PSOE de hoy es el más delirante que se recuerda. Lobato, el de Madrid, yéndose a un notario para defenderse de su propio partido. No tiene ganas de acabar preso, que ya sabe lo que les pasa a los que se acercan a Sánchez, que se abrasan. Señor notario, aquí le traigo los WhatsApp donde me piden mis superiores políticos que delinca. Que quede constancia porque esto tarde o temprano estallará, y yo no quiero ser el capullo que pague el pato para que los de aún más arriba se vayan de rositas.
Irse de rositas, a eso aspiran, en eso están, apretando el puño. El logo del PSOE adquiriendo nueva explicación, o la de siempre, rosa a la que aprietan el cuello, llámalo tallo, para dejarla roja, no de vida sino de hipoxia por estrangulamiento.
El sanchismo es una estructura nacida para el poder y el dinero, desde el primer minuto. Por el camino se le unieron el sexo y las drogas. La foto del socialista Roldán en calzoncillos revisitada de nuevo. El PSOE siempre se adapta a los tiempos. El PSOE siempre se versiona, de forma cada vez más grotesca. Es como si de ese retrato que Velázquez pintó de Inocencio X de forma demasiado real, que Francis Bacon lo desgarró en su interpretación, el PSOE le hubiera encargado a Jeff Koons, el puto amo de la mercantilización del arte actual, una versión con globitos brillantes y horteras del Papa barroco.
Quizás un poco exagerado, que Koons es pura diversión, exceso pero irónico. Pongamos que se lo hubieran pedido a Coronalzorriz. Haznos algo, Ramón. Y Coronalzorriz, yo no sé si por soberbia o porque directamente es tonto, delante de todos, hecho un cuadro, como habitualmente, como pintar pinta poco, le dio por hacer una performance: puso la mano en el fuego por Cerdán, que según nos cuentan, los propios compañeros del partido lo consideran un problema con patas, y con papada, supongo. Hace falta ser cazurro para, a estas alturas del partido, usar esa expresión que siempre termina con quien la dice en la unidad de quemados.
En esas mismas declaraciones leo que Coronalzorriz calificó a Aldama como prófugo. ¿Prófugo? Qué más quisiera el PSOE que fuera un prófugo. Coronalzorriz siempre suelta palabras que pasaban por ahí sin tener claro su significado. Marca de la casa, la verborrea descontrolada. Aldama será lo que quieran los jueces que sea pero prófugo, lo que se dice prófugo, un tipo huido, un tipo que no sabemos dónde está, no es.
Aldama les está arreando a los del PSOE en sede judicial. Los papeles de Aldama que incriminan a todos los socialistas, S. Cerdán incluido, los presentó al juez. Con un abogado, por cierto, que dicen que es de lo mejorcito en el mundillo. A ver a cuántos de todos estos socialistas que le siguen riendo las risotadas al uno, a Sánchez, dentro de poco se les hiela la mueca en la cara. Y eso es todo.