Todos los grupos terroristas modernos han dedicado una buena parte de sus recursos a crear las condiciones necesarias para que sus acciones terroristas sean aceptadas por una significativa parte de la opinión pública y, al mismo tiempo, sus acciones logren seducir a los más jóvenes y potenciales reclutas.
El caso del ISIS es paradigmático. La brutalidad de sus acciones terroristas está siempre acompañada de una gigantesca y eficaz maquinaria de propaganda destinada a presentar sus acciones de terror como actos heroicos, admirables, justificables, populares e imitables. De hecho, actualmente se calcula que cerca de 35.000 jóvenes de 100 países distintos forman parte de las filas de este grupo terrorista.
La naturaleza y la justificación de esta estrategia del terror no deben de resultarnos tan sorprendente, ni tan lejana. Sin ir más lejos, hace apenas 9 años, el 30 de diciembre de 2006, dos jóvenes navarros vecinos de Lesaka decidieron aparcar una furgoneta cargada con explosivos en el párking de la terminal T4 del aeropuerto de Barajas. La explosión provocó el derribo de todo el edificio y el asesinato de dos ciudadanos. Miles de ciudadanos de Navarra y del País Vasco se solidarizaron y mostraron su simpatía con los autores de este atentado. Y a día de hoy no son extrañas las muestras de apoyo público, incluso desde las instituciones, a los autores de este atentado.
Es imposible acabar con el terrorismo si no se dedican suficientes recursos a cortar de raíz con los discursos que justifican las acciones terroristas.
La deshumanización del rival político, la admiración y simpatía a personas condenadas por actos terroristas, la humillación a las víctimas, la supremacía de los derechos colectivos por encima de los derechos individuales son algunos de los principales mensajes y actitudes que favorecen la justificación del uso de la violencia para lograr fines políticos.
Corresponde a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a la Justicia impedir el acto terrorista en sí mismo.
Sin embargo, eliminar las condiciones que favorecen y justifican esas acciones compromete al conjunto de la sociedad.