Existen muchos factores que condicionan a nuestro cuerpo y mente, dando como resultado en la gran mayoría de los casos, el abandono y frustración a esa práctica deportiva.
Por el contrario, somos muy pocos los que hablamos de como mejorar nuestra calidad de vida a través del ejercicio físico.
Lo primero que tenemos que saber, es que debemos de priorizar el hacer ejercicio físico como mejora de la calidad de vida y como segundo punto, la mejorará de la estética corporal que se verá mejorada con el entrenamiento.
Una vez claro este concepto, nos marcarnos un OBJETIVO que sea real, al que podamos llegar y sobre todo que nos motive día a día. ¿PARA QUE ENTRENO?
Una vez definida la dirección de hacia dónde queremos ir, empieza la planificación del entrenamiento.
Esta tiene que ser larga en cuanto a la periodización, pero no debemos de olvidar que los objetivos marcados tienen que ser a medio plazo para mantener una buena motivación diaria y no tirar la toalla. Yo personalmente os aconsejo, que os pongáis en manos de un o una profesional cualificado de la educación física, que os pueda ayudar, enseñar y dirigir de la mejor manera posible.
Antes de realizar cualquier tipo de ejercicio físico, tenemos que tener presente cuales son nuestros puntos fuertes y débiles. Por ejemplo, si tenemos alguna lesión, patología o enfermedad del tipo que sea, que nos impida realizar algún tipo de movimiento o ejercicio, para poder conocer nuestro punto de partida.
A continuación, os expongo los tres pilares básicos que debemos tener muy presentes para comenzar con un buen pie hacia la mejora de la calidad de vida y a la mejora estética.
El primer pilar que debemos de conocer, es la importancia que tiene un buen descanso. El sueño es un factor muy importante para obtener beneficios y resultados positivos. Es recomendable un descanso mínimo de 8 horas, pero es razonable que por el ritmo de vida actual que tenemos, en muchas ocasiones es complicado llegar a esa cifra. Siendo así, debemos acercarnos el máximo posible compensando el descanso extra con una pequeña siesta. Por último, destacar la importancia que ha de tener esa calidad del sueño, ya que en muchas ocasiones va a interferir la última ingesta de comida antes de acostarse. Por eso es aconsejable, una cena ligera, para que la digestión no se complique.
Aquí os menciono alguno de los contras que ocasiona la falta de descanso:
El segundo pilar, es la comida. Como ya sabréis, la alimentación en un programa de entrenamiento es el porcentaje más alto. Como se suele decir, "Somos lo que comemos" y que gran verdad es.
Es recomendable realizar las 5 comidas al día, comenzando por un desayuno fuerte, rico en proteína, fruta e hidratos de carbono y acabando por una cena rica en proteína con baja carga de carbohidratos.
Recuerda que es importante comer entre horas para evitar no pasar un exceso de tiempo sin ninguna ingesta, evitando llegar a la comida principal arrasando por esa carencia. En este “break”, debes de comer algo liviano que sacie el apetito y que este compuesto por proteína y carbohidrato, como, por ejemplo, una manzana y un poco de pavo al natural.
La alimentación debe de ser lo más saludable y variada posible. Es decir, evita los alimentos procesados y envasados, buscando la alternativa de que sean lo más naturales posibles.
Al igual que ocurre con el descanso, una alimentación incorrecta, va a producir una inflamación en el cuerpo.
Pero si queréis aprender a comer bien, poneros en manos de un o una nutricionista profesional cualificado para que os pueda ayudar en esta parte.
Por último, mi pilar favorito y el último, el cómo debemos entrenar.
Para poder empezar con la mayor efectividad, debemos saber que el entrenamiento estrella para cualquier objetivo, es el entrenamiento de fuerza.
Y ahora viene el mito, ¿Entrenamiento de fuerza para una mujer?; A mí me da miedo ponerme muy musculada con tanta pesa; Yo no quiero parecer un hombre; Yo no quiero ponerme como un croissant... estas reflexiones y mitos que creo que ya las hemos escuchado más de una vez y es probable que estéis pensando que estos mismos comentarios ya se os han pasado por la cabeza.
Quitaros los miedos a coger peso. En el día a día, ya cargáis con peso, no en forma de barra, de disco o de pesa pero lo hacéis. Son muchos y muy favorables los beneficios que os va a proporcionar este tipo de entrenamiento.
Os cuento:
Si eres una persona que no ha entrenado o no ha practicado ejercicio físico de forma continuada y piensa que si solo haciendo aeróbico obtendrá sus beneficios, he de decir que esto no es del todo cierto, ya que el organismo se encuentra en un proceso inflamatorio debido a la falta de estímulo activo y solo este tipo de trabajo le va a producir más inflamación y fatiga.
Además, un buen entrenamiento de fuerza nos va a ayudar a perder la grasa visceral acumulada en la zona abdominal. Es muy complicado perder grasa en esta zona tan localizada sin trabajar fuerza, tanto para el colágeno como para la piel.
Dependiendo del objetivo que nos hayamos marcado, así será el tipo de entrenamiento.
Sabed que, ¡El entrenamiento de fuerza es el factor antiinflamatorio por excelencia!
Recordad, poneros siempre en manos de profesionales de cada sector, con titulación acreditada y conocimiento. No juguéis con vuestra salud.
Y para concluir y acabar con este artículo, remarcar que la clave para conseguir cualquier éxito es el compromiso, la constancia, el hábito, la actitud y las ganas con las que queramos hacer frente a nuestro objetivo.
Comprométete contigo mism@, se constante, cambia tus hábitos, arriésgate, lucha, esfuérzate, ríete y disfruta, pero sobre todo, quiérete y hazlo por ti, para sentirte feliz contigo mism@.
Sara Rozas Martinez
Entrenadora Personal
Womens Trainer (embarazo, post-parto, menopausia)
Entrenamiento en Poblaciones especiales
@saritarozastrainer