Eusko Alkartasuna, partido político integrado en EH Bildu, socio prioritario del Gobierno en minoría de María Chivite, ha solicitado al nuevo ejecutivo recién formado, que esta legislatura "acabe con 40 años de zonificación, decrete que el euskera es de todos los navarros y garantice sus derechos lingüísticos en toda la comunidad foral".
Así lo han hecho constar en una nota de prensa en la que consideran que “frente a una anterior legislatura regresiva, en la que según
Kontseilua no hubo ningún avance con respecto al euskera, la garantía de los derechos lingüísticos debe ser una prioridad para el nuevo gobierno de Chivite”.
En este sentido, ha rechazado que el Segundo Plan Estratégico del euskera 2020-2027 pueda considerarse un desacuerdo del pacto de gobierno ya que “el consenso entre los socios de gobierno acerca del euskera es claramente insuficiente”.
La coordinadora territorial de Eusko Alkartasuna en Navarra, Nerea Gartzia ha indicado que "los derechos lingüísticos son derechos humanos por lo que un gobierno que los vulnera no puede considerarse a sí mismo progresista, deben ser garantizados en toda Navarra”.
El Gobierno de España ha solicitado al Consejo de la Unión que la lengua vasca sea reconocida como lengua oficial y las y los diputados podrán utilizar el euskera en el Congreso. En este aspecto, Gartzia ha considerado que “resultaría vergonzoso e incomprensible que el euskera pueda utilizarse en Madrid y en Bruselas mientras no se permite su uso en todas las instituciones
navarras”.
De esta manera, la izquierda abertzale comienza a apretar las tuercas al Gobierno de Chivite que sabe que cualquier iniciativa parlamentaria que quiera sacar adelante tendrá que negociarla con Bildu.
