El Challenge de Creatividad Social, un proyecto impulsado por el área Campus Creativo del Museo Universidad de Navarra y Tantaka, el banco de tiempo de la Universidad de Navarra, plantea resolver la problemática de seguridad vial en Culiacán (Sinaloa, México), con un alto número de atropellos, especialmente de menores de edad.
La idea desarrollada por Mateo Coronel, Victoria Salvador y Sofía Maillet fue seleccionada el pasado 25 de abril por un jurado internacional y la participación de la Embajada de México en España.
Este proyecto, que dio comienzo en octubre de 2022, ofrece a los alumnos de la Universidad de Navarra la posibilidad de llevar a cabo actividades de voluntariado en relación con el arte y la creatividad.
Los alumnos recibieron la formación de un curso de Inside the box, impartido por Javier Pozas, ingeniero industrial y de sistemas y experto en creatividad, quien les introdujo en esta metodología creativa desarrollada en Israel y basada en el aprendizaje a través de patrones sistemáticos.
En febrero, la empresa creativa mexicana D_structora utilizó esta misma metodología para plantearles a los alumnos un problema concreto a resolver. El reto consistía en desarrollar una idea creativa, implantable en el lugar, escalable y realista.
La propuesta del equipo ganador se fundamenta en la creación de murales en la escuela Secundaria Federal #3 en Culiacán. A través de talleres educativos, los alumnos conocerán los diferentes aspectos de la educación vial y el manejo de residuos.
Una vez concienciados, realizarán junto con el artista local Dr. Feis murales utilizando diferentes materiales reciclados alrededor de la escuela. Ambas iniciativas las pondrán en práctica los tres componentes del equipo in situ, en México, durante los meses de julio y agosto.
El equipo de jóvenes tomó como referencia las campañas implementadas anteriormente en la ciudad. Evaluaron sus fallos y aciertos, y pensaron en la mejor forma de adaptar estas soluciones a la problemática planteada.
Victoria Salvador, estudiante del Máster en Derechos Humanos en la Facultad de Derecho, explica “al inicio del proyecto contamos con el apoyo de los anfitriones en México, tuvimos reuniones con las personas afectadas y realizamos una investigación sobre el conocimiento vial de esa zona”. Estos aspectos, junto con la metodología inside the box, les ayudaron a plantear una nueva solución que pretende concienciar a la población. Desde su propia perspectiva, “la diversidad del grupo fue fundamental para tener una visión global del problema”. Su compañero Mateo Coronel, alumno de ADE en la Facultad de Económicas, cuenta “participé para contribuir a la sociedad poniendo en práctica los conocimientos que he adquirido durante mis estudios”.
Y Sofía Maillet, estudiante en la Academia de negocios de Zealand y colaboradora del MUN, afirma “me interesó la posibilidad de aplicar la creatividad para resolver problemas de una manera innovadora”. Los tres estudiantes trabajaron con la emoción y la certeza de haber creado un equipo interdisciplinar, con la voluntad aprender los unos de los otros y el objetivo de buscar soluciones innovadoras a un desafío social.
Carlos Bernar, responsable de Campus Creativo, valora que el Challenge de Creatividad Social “es el primer paso para comenzar a implementar esta vertiente en el ámbito del voluntariado. La participación de alumnos de diferentes procedencias enriquece el potencial de estas prácticas. Esta nueva iniciativa pretende estimular la creatividad de los alumnos, siendo siempre consciente de que ésta es necesaria para cualquier área de conocimiento y de que si se aplica de manera correcta puede ser un arma poderosa para la resolución de conflictos”.
