Tras las reiteradas quejas manifestadas por el Sindicato Unificado de Policía, por fin se va a acondicionar la Oficina de Extranjería de Pamplona en la que los funcionarios trabajan a temperaturas inhumanas, por encima de los 34 grados en verano y por debajo de los diez en invierno; sin duda, un sinvivir.
Un problema que el ahora consejero de Economía y Hacienda, José Luis Arasti, no quiso afrontar como delegado del Gobierno y que ahora, su sustituta en el cargo, Alicia Echevarría, se va a tener que comer por imperativo.
Durante año el SUP viene denunciando la grave situación que viven policías, funcionarios y ciudadanos en la Oficina de Extranjería de Buztintxuri, una de las dependencias policiales con más volumen de trabajo y que soportan temperaturas extremas tanto en verano, como en invierno.
Estos días, se han visto obligados a utilizar pequeños radiadores para calentarse o a trabajar con abrigos, guantes y gorros
puestos. En verano han llegado a soportar temperaturas de hasta 34 grados en una oficina que carece de ventilación y que ha hecho que algún funcionario se desvaneciera por el calor y la falta de aire.
Se ha llegado a esta situación por el mal funcionamiento del sistema de climatización que fue fallando poco a poco hasta averiarse por completo y en vez de buscar una solución la Delegación de Gobierno, de la que depende esta Oficina, dejó en el olvido el problema hasta la fecha.
Ante la falta de respuesta, el pasado mes de agosto el SUP denunció la situación ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que, una vez realizadas las inspecciones y pruebas oportunas le ha dado la razón y ha requerido a la Delegación de Gobierno para que adopte las medidas necesarias para solventar los problemas de climatización en el plazo de dos meses, todo ello en virtud del Anexo III del RD 486/97 por el que se determina el rango de temperatura en oficinas y que está comprendida entre los 17 y los 27 grados.
De esta manera,
