La taberna junto a un espectacular monasterio en Navarra donde comer alubias rojas y carrilleras
La Comunidad Foral de Navarra siempre ha destacado por lo bonitos que son sus pueblos y lo diferentes que son unos de otros. Si uno visita un pueblo del norte de Navarra y luego uno de la Ribera verá los distintos que son en cuanto a la población, la arquitectura e incluso la gastronomía.
En las localidades que están muy próximas a otras comunidades autónomas también se notan algunas diferencias. Un ejemplo sería Tulebras, un pequeño municipio de casi 150 habitantes y a 107 km de Pamplona.
Tulebras se encuentra al borde de la provincia de Zaragoza, a apenas 3 km de distancia, y a 23 km de La Rioja. Para llegar hasta este municipio, hay que conducir por la carretera Tudela-Tarazona N-121C.
El municipio se originó en el siglo XII gracias a una pequeña comunidad de personas provenientes de Tudela que buscaban un terreno tranquilo en el que asentarse. No obstante, se cree que hubo un asentamiento en esa zona durante la Edad de Bronce debido a la aparición de talleres donde nuestros antepasados trabajaban con sílex.
También hay documentos escritos en los que se menciona Tulebras, siendo el más antiguo uno del año 1125. Se cree, además, que Tulebras tuvo mucha conexión con la romanización ya que la localidad de Cascante, la cual tiene relación con la antigua Roma, está muy próxima.
Realmente, Tulebras no se originó por una simple comunidad de personas, sino que antes incluso de que ese grupo llegara hasta la actual Tulebras, existía el monasterio cisterciense de Santa María de la Caridad. Este monasterio es la primera fundación cisterciense femenina del país y, a partir de su construcción en 1147, se generó una población alrededor.
El monasterio de Tulebras aún mantiene su función religiosa, pero también permite visitas guiadas por el interior del templo. También se puede visitar por motivos espirituales ya que ofrecen hospedaje dentro del monasterio para aquellos que necesiten meditar o un momento de soledad con Dios.
Aunque el monasterio sea el lugar más visitado de Tulebras, no es lo único que tiene para ofrecer. La Vía Tarazónica, perfecta para pasear, atraviesa el municipio; y el soto de Tulebras, un espacio verde a la orilla del río Queiles, es magnífico para descansar y almorzar.
Y tras la visita al pueblo, no hay nada mejor que comer algo rico. El único bar y restaurante de Tulebras es La Taberna de Tulebras, ubicado a pocos metros del monasterio.
Algunos de los platos que suele pedir la gente del menú son las alubias rojas, la carrillera, las alcachofas y las tartas caseras. El restaurante está abierto de martes a domingo de 8.30 horas hasta las 19 horas.