Un joven de 22 años fue apuñalado el pasado domingo en la localidad de Muneta durante las fiestas patronales en una reyerta en la que el joven acabó en estado grave.
Así, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Estella-Lizarra ha decretado prisión provisional sin fianza para el autor del apuñalamiento y el cual también cogió una carabina de aire comprimido y volvió al lugar con intención de dispararle.
Al autor de los hechos se le acusa de un delito de homicidio en grado de tentativa, delito de tenencia de armas, delito de amenazas y un delito leve de maltrato, en los hechos ocurridos el 8 de septiembre hacia las 6:00 horas de la mañana.
La Policía Foral ha llevado a cabo la investigación en el domicilio del detenido y ha encontrado 53 armas como la navaja que usó para acuchillar a la víctima o el arma que cogió después con intención de usarla. El investigado no tiene licencia de armas y todas ellas no están registradas a su nombre.
El joven herido sigue ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Navarra con una herida en el tórax que puso en peligro su vida y de la que se espera a ver su evolución.
El auto de la jueza recoge que el investigado y un amigo estaban en la plaza de Muneta cuando comenzaron a hablar con la víctima y sus amigos. En un momento dado, el acusado dio un puñetazo a uno de los amigos del herido y al herido, una torta.
En ese momento comenzó una pelea entre ambos grupos, que se dio detrás de la carpa instalada con motivo de las fiestas de la localidad. Fue entonces cuando presuntamente el investigado "sacó una navaja y se la clavó en el pecho a la víctima, con intención de acabar con su vida".
Los testigos declararon ver al herido con una mancha grande de sangre en el pecho, lo que les llevó a trasladarlo al Hospital García Orcoyen de Estella.
Acto seguido, según recoge la jueza, "existen indicios de que el detenido acude a su domicilio, en el que tenía diversas armas, y elige entre todas ellas una adecuada para volver a acometer contra la víctima, cogiendo una carabina de aire comprimido, volviendo al lugar y, buscando al herido con intención de dispararle y, apuntando con el arma a otras personas que estaban en ese lugar".
De hecho efectuó varios disparos al aire hasta que su amigo consiguió que parase y optó por llevarle al hospital. En el traslado al hospital, el investigado le indicó a su amigo que "había dejado la casa de su madre llena de sangre", y que le ha "pinchado" a la víctima, para luego decir que era "una broma".
El auto también decreta la prohibición de que el autor se acerque a menos de 500 metros de la víctima, de su domicilio, su lugar de trabajo, estudio o lugares que frecuente.
