Desconozco si esta anécdota la practicábamos pocos, algunos o un par de amigos y yo…

Desconozco si esta anécdota la practicábamos pocos, algunos o un par de amigos y yo…
¿Te acuerdas de aquellos camiones de CEPSA de color amarillo y con las letras naranjas? “Si pasa uno, aprieta el puño, bésatelo y pide un deseo. Y no puedes abrir la mano hasta que veas un pastor alemán”.
Desconozco si esta anécdota la practicábamos pocos, algunos o un par de amigos y yo…
Recuerdo que nos sentábamos en un banco de la plaza y por ahí pasaba el camión de Yoplait, el de la basura y más de un tráiler con decenas de coches encima. Muy de tarde en tarde teníamos la inmensa fortuna de poder cerrar la mano y pedir deseos adolescentes que uno los recuerda ya con un cuarto de siglo más en la chepa y cierta nostalgia.
Ayer me pidió una amiga que cuidara a su hija un momento mientras compraba no sé qué en la farmacia de turno. Me senté en un banco cercano a la carretera y vi un camión de CEPSA. ¡Sí, uno de esos de entonces! Me descolocó…, pero apreté el puño, lo besé con disimulo, pedí un deseo y un buen rato después (más o menos) vi un pastor alemán (Rex, el perro de la serie, en YouTube).
Ahora, a esperar a que se cumpla el deseo…
Ideación de ‘Camión de CEPSA’
El otro día, en la presentación de un libro, contaron la anécdota de CEPSA y el deseo.
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