Me toreaba con su aleteo mientras yo daba manotazos al tuntún apretando los dientes, algo enrojecido, lleno de ira.
- martes, 03 de diciembre de 2024
- Actualizado 20:58
Me toreaba con su aleteo mientras yo daba manotazos al tuntún apretando los dientes, algo enrojecido, lleno de ira.
Hay gente que tiene un gato. Algunas personas, perros, incluso caballos o un rebaño de ovejas. Yo tengo una mosca.
El otro día abrí la ventana por aquello de cambiar de aires y entró cual repartidor de publicidad: sin avisar.
Yo la perseguía con mis ojos oscuros y la vi posarse en la portada del poemario de Machado de mi mesilla; en la trituradora de papel; sobre el despertador; en el quicio de la ventana.
Seguí a lo mío, pero le debí caer bien…, y se acercó hasta mi escritorio. Antes de pasearse por el desfiladero del cable del ratón, me desafió un tanto chulesca al aterrizar en la pantalla del ordenador (yo pretendía escribir un relato).
Cuando comenzó a agobiarme de verdad, reconozco que me puse agresivo. Me toreaba con su aleteo mientras yo daba manotazos al tuntún apretando los dientes, algo enrojecido, lleno de ira.
Me di por vencido un cuarto de hora después, tras merendar.
Ahora, mientras escribo estas líneas, observo cómo rebaña el vaso de yogur sin bifidus activo.
Hay gente que tiene un gato. Algunas personas, perros, incluso caballos o un rebaño de ovejas. Yo tengo una mosca.
Ideación de ‘Mosca’
Ha entrado una mosca impertinente en mi habitación. Me ha ganado.
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