• viernes, 29 de marzo de 2024
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Blog / Marea de libros

Montar una librería y otras formas de venirse arriba

Por Leire Escalada

Belén Rubiano narra en Rialto, 11 las aventuras y el naufragio de su librería sevillana en una exquisita crónica llena de humor y amor por los libros.

Varios libros, lápices y una manzana en el aula de una colegio. ARCHIVO
Varios libros, lápices y una manzana en el aula de una colegio. ARCHIVO

Siempre he sentido que las librerías son un poco como los bares de barrio, un lugar en el que recalas para disfrutar, tomar aliento y sentirte como en casa. La relación que se teje en ellas tiene mucho de camaradería, de placer compartido. Son un puerto seguro, un buen lugar donde echar el ancla en este mundo a salto de tuit.

Al menos, así me he sentido siempre que visitaba la desaparecida Auzolan, o cuando recorro los estantes de la pamplonesa Walden o de Tipos Infames en Madrid. Y así me ha hecho sentir también Belén Rubiano (Sevilla, 1970) en Rialto, 11, aunque nunca pusiera un pie en su librería, ubicada en la sevillana plaza del Rialto y que echó la persiana en 2002.

Este libro narra, como indica su subtítulo, la historia del naufragio y los pecios de una librería, la Rialto, y también la andadura como librera de la autora, que comenzó a vender libros diez años antes de abrir su propio local. Con un sentido del humor encantador y gamberro, Rubiano invita a los lectores a recorrer esta aventura fascinante, un sueño con el que fantasean muchos lectores y al que no le sobran espinas y dentelladas por el camino.

​Y ahí está la riqueza de este libro, el estupendo equilibrio que logra la autora a la hora de contar una historia, donde la nostalgia y la magia que abrazan estos lugares no eclipsan la realidad que también tiene forma de kilos de libros de Ken Follet, facturas y números rojos. “Fue la primera vez en mi vida que yo era feliz en tiempo real y no retrospectivamente. Ni una sola de las mañanas que introduje en la cerradura aquella llave tan seria y tan grande, pues estaba pensada para proteger diamantes y caudales; ni una sola mañana de aquellos años, os decía, dejé de ser una niña con zapatos nuevos que no tuvo necesidad de que viniera el tiempo y arramblara con todo para saberlo, agradecerlo y disfrutarlo”, escribe la librera.

Rubiano disfruta con el lenguaje y ofrece al lector de una prosa rica, mimada, con buen gusto. Cada anécdota, cada pequeño triunfo y cada tropiezo están contados con honestidad y frescura, como una charla en uno de esos muchos cafés que compartió la autora con clientes y vecinos que se convirtieron en amigos.

Desde la venta masiva de Los pilares de la tierra bajo la mirada satisfecha de la señora de Burgos, su primera jefa, hasta los autores que iban a ver si su libro se vendía, la pizarra con frases literarias en la puerta, una velada improvisada con Vila-Matas o una señora despechada en busca de La pasión turca, Rialto, 11 es una historia hecha de pequeñas historias, de esas vivencias memorables, en muchos casos excéntricas, de las que uno piensa: “De aquí se podría escribir un libro”. Y así lo ha cumplido Rubiano, quien también rememora en estas páginas su experiencia en las ondas y en la televisión, y como crítica literaria. Como dirían los libreros de Tipos Infames, Rialto, 11 es canela fina. No se la pierdan.

Rialto, 11. Belén Rubiano. Libros del Asteroide. 240 páginas. 17,95 euros.

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