- domingo, 26 de enero de 2025
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Voy a derramar un poema en este escrito.
Lo revestiré como carne fogosa
para enterrarlo,
-en este horno de Nochevieja-,
dentro de una botella de cristal.
Renovado y despojado de ataduras
lo lanzaré a la mar.
La soledad y el silencio
serán su arquitectura;
Y una ballena primitiva
o la vidriera de la luna viuda
lo velarán.
Batirá espumas.
Con un pez espada peinará truenos.
Y volará sobre un caballito
entre galernas y vientos.
El primer día del año,
-de esos que balan deseos y ultiman rosas-,
en una tierra con árboles románticos
y frescos tallos,
alguien descorchará la botella de cristal.
Mis palabras derramadas
y las espumas batidas
y los truenos y vientos
y mis ataduras despojadas
-aliviadas-,
respirarán.
Un año nuevo espera
para volver a derramar mi poema
y revestirlo de carne fogosa
dentro de una botella de cristal.
Y así dejarlo
-solitario y en silencio-,
posarse de nuevo sobre la mar.