Dedicado a la madre de mi buena Amiga.

Dedicado a la madre de mi buena Amiga.
Los rayos de sol color violín
se han albergado en las macetas.
(¿No se merece este recuerdo
que de mi pluma brote un poema?)
De la regadera de madre,
-de esa de úsame en primavera-,
hilos de agua con el viento se enhebran
y bordados de flores dibuja la tierra.
¡ Llévenme preso al lugar
donde el aroma con la flor se hospeda!
Contemplo a madre en el balcón.
Tarde clara.
De su dulzura emana olor a romero
y hierbabuena.
Como el príncipe feliz de Óscar Wilde
daría mis ojos
y mi boca
y mis letras…
porque ella me leyera.
¡Madre –amor de mi vida-!
¿Dónde escondiste las macetas?
La tarde va dibujando una noche.
En el cielo se enciende la luna y dos estrellas.
Madre ya se fue a dormir…
(a la sombra de un drago)
Rayos de luna color añil
rocían sobre su cuerpo las macetas.
¡Madre –amor del mundo-!
¿ me prometes que leerás este poema?