Cuando en la lumbre ardían sólo palabras de amor.
- sábado, 07 de diciembre de 2024
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Cuando en la lumbre ardían sólo palabras de amor.
El lunes pasado inauguramos en Ámbito Cultural un nuevo taller de escritura. Todas las plazas han sido cubiertas y una larga lista de espera ansía a que alguno de los inscritos se dé de baja por el motivo que fuere para ser incluidos y disfrutar de tan apasionante encuentro.
Este año impartirán el curso los escritores Luis O’malley, Pedro Flores y Daniel Martín Castellano. Los géneros a tratar serán el teatro, la poesía y la narración oral, infantil y juvenil.
Durante la primera sesión, Luis O’malley, nos planteó cómo empezar una historia, quién aparece en ella, dónde se desarrolla y qué estilo vamos a trabajar en nuestra creación literaria.
Tras una serie de juegos en los que los asistentes simulaban diálogos entre ratas, tubos de escape, colillas y parachoques, Luis, concentró la última hora del taller en el apartado denominado ‘tensión dramática’.
En este bloque se contemplaba las diferentes asimetrías entre los personajes, la dosificación de la información, el subtexto, la introducción de elementos, las acciones impropias y el contexto.
En cada uno de estos apartados mencionados aportaba un ejemplo para que advirtiésemos de manera más transparente su lección.
Dentro de estas descripciones relató una conversación escuchada, disimuladamente, en un banco de un parque. Eran dos adolescentes que a su manera se decían que se gustaban.
Porque… ¿Quién alguna vez en su vida no se ha declarado a aquella persona que le atraía en un banco de la calle o de un parque?
Era Sangüesa.
El frío del invierno había dejado peladas las ramas de los árboles y en el paseo, próximo a la orilla del río Aragón, algún caminante cubierto de numerosos ropajes se perdía en una neblina de un color beige crudo.
En un banco de madera cercano a las piscinas donde más canta el agua me cité con una chica para pedirle que saliera conmigo.
¿Recuerdan la canción de Joan Manuel Serrat titulada Palabras de amor?
Solo les diré que ella rechazó mi petición.
Y así, con aquella dulce melodía que sólo las tardes de invierno en Sangüesa saben hacer sonar, abandoné aquel banco de madera que muchos años después regresaría a mi memoria en una tarde, también de invierno, de un lunes de un taller de escritura.
PALABRAS DE AMOR
Ella, como os lo diría
Era todo mi mundo entonces
Cuando en la lumbre ardían
Sólo palabras de amor
Palabras de amor sencillas y tiernas
No sabíamos más, teníamos quince años
No habíamos tenido tiempo de aprenderlas
Apenas despertábamos de niños
Nos bastaban tres frases hechas
Que habíamos aprendido de antiguos comediantes
De historias de amor, sueños de poetas
No sabíamos más, teníamos quince años
Ella quien sabe dónde está
Ella quién sabe dónde para
La perdí Y nunca más
He vuelto a encontrarla
Pero a menudo en la oscuridad
De lejos me llega una canción
Viejas notas, viejos acordes
Viejas palabras de amor
Palabras de amor sencillas Y tiernas
No sabíamos más, teníamos quince años
No habíamos tenido tiempo de aprenderlas
Apenas despertábamos de niños
Nos bastaban tres frases hechas
Que habíamos aprendido de antiguos comediantes
De historias de amor, sueños de poetas
No sabíamos más, teníamos quince años