
- miércoles, 23 de abril de 2025
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Soy la sonrisa perenne.
No puede la tristeza conmigo.
Lo intentó mil veces.
Con familiares en dos divididos.
No pudo.
Luego llegó la muerte de mi corazón.
Fue un dolor infinito.
-¡Hijo fui de la gran melancolía!-
Y nacieron amigos sin pulmones;
con pechos amputados;
con páncreas atardecidos.
Y tampoco pudo.
Rojo oscuro. Casi todo negro.
Un cielo de grises.
Sol febril.
Viento mustio.
Soy la sonrisa perenne.
Mis dientes son blancos.
Soy espuma y Federico.
Caballero navarro.
Quijote del mundo.
Soy perenne de sonrisa.
Nada puede llorarme.
Nadie podrá conmigo.
Si intentas dañarme
-con palabras, actos o puños-,
no podrás ni siquiera rozarme.
Soy poeta y verso y latido.
Un huracán soy de azules.
Un vendaval de estíos.
Los muertos me guardan
y la luna me viste
y me custodian los libros.
Soy la sonrisa perenne
y nadie,
y ni la parca
ni el ciprés
y ni el nicho podrido
pueden asustarme.
Pues soy la espuma,
la ola, la caracola, la estrella
y Federico.