• viernes, 29 de marzo de 2024
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Blog / La Claqueta

Rendido ante “Avatar: el sentido del agua”

Por Santi Irurtia

La secuela de la película más taquillera no es perfecta, pero si muy efectiva.

Neytiri interpretada por Zoe Salsana, uno de los mejores aspectos de la primera entrega.
Neytiri interpretada por Zoe Salsana, uno de los mejores aspectos de la primera entrega.

Al igual que en la primera, muchos han criticado la sencillez narrativa y he recordado lo que escuché a una guionista, Tricia Aurand, hablando de la “Avatar” original: ‘No importa si me gusta o no. No puedes contradecir tanto dinero. Hasta cierto punto, por supuesto. Pero cuando algo es tan, tan exitoso. Realmente no hay nada que puedas decir. Especialmente cuando triunfa tan bien para tanta gente diferente. Las personas acuden al arte por diferentes motivos.’

Sinopsis

Ambientada una década después de los acontecimientos de la primera película, “Avatar: the way of water” empieza contando la historia de la familia Sully, los problemas que los persiguen, lo que tienen que hacer para mantenerse a salvo y las batallas que libran para seguir con vida.

Aunque conseguí mantenerme alejado de los trailers, cometí el error de ir a verla un lunes por la tarde. Prisas, con media cabeza en cosas pendientes... En los primeros 20 minutos me descolocaron ciertas conveniencias en la premisa que justificaban la vuelta: “Éramos felices hasta la llegada de esta nueva amenaza”. Esto siempre es algo complicado.

Sin embargo, una vez la película arranca tras su prologo simplemente te rindes. Hay una mezcla de fascinación, curiosidad y entretenimiento continuo que simplemente te lleva hasta la finalización de sus 3 horas como si nada. Transmite una sensación, a nivel de entretenimiento, superior que la primera parte. Aun así, la cinta respira, se atreve a pasar tiempo contemplando. Durante una extensa escena bajo el agua uno está tan inmerso que olvida que hace 20 minutos que nadie dice nada.

Creo que hay dos motivos concretos para este ritmo tan favorable. Primero, la película parece escrita y dirigida de menos a más, construye de forma progresiva la tensión. Es decir, la cinta solo mejora.

Segundo, que estén escritas las cuatro secuelas hacen que esta segunda parte no necesite tener la batalla más ambiciosa con el mayor número de muertos ni explosiones. Es más contenida, se trata de un espacio concreto y limitado. Esto la hace mucho más disfrutable. Puede que sea debido a que estos aspectos mantienen la narrativa más concentrada, no nos perdemos en el ruido.

Y es que esta habilidad de no notar la presión de la película por querer acabar la diferencia, a nivel de saber narrar, de otras películas de acción. A menudo, cuando la acción estalla en una película, en apenas unos minutos estamos ahogados en ruido y desorden visual. En “Avatar 2” cuando la acción estalla, Cameron siempre nos guía. Aquí no es solo o gente disparando o gente muriendo, sin ser gore vemos rodillas y codos magullados, gente con quemaduras o atrapadas por el caos de al rededor.

Por supuesto, toda la fiebre de Marvel suele caer en estos aspectos. De la misma forma que no me gusta que los metrajes se estiren innecesariamente, a estos films comentados se les nota mucha prisa. Dura 3 horas, sí. Pero no hay grasa. Especialmente hacia el final uno parece sentir que no ha habido una escena que no tuviese una semilla plantada que no haya germinado, el cine de masas bien hecho. Podría durar dos horas y media pero entonces, probablemente nos quedaría una “Dune”: mucho que contar en poco tiempo, se sacrifica caracterización y por lo tanto… Todo te da un poco igual.

También funciona bien esta línea de hijos/nietos. Una propuesta narrativa casi de telenovela en la que vamos a ver a varios personajes madurar desde la infancia, algo que ya disfrutamos este año en “La Casa del dragón”. Un fan podrá encontrar ecos de todo el cine de Cameron: el matrimonio de acción de “Mentiras arriesgadas”, el componente militar de “Aliens”, las profundidades marinas de “The Abyss” o el complejo vehículo marítimo de “Titanic”.

Definitivamente James Cameron no es cualquier director. Cada título es una propuesta de hacer algo diferente, tanto que el 99% de los productores de Hollywood le dirán que no se puede hacer. A pesar de que el ego de su director será inmenso cuando veo este film no veo ego, veo una pasión por entretener de una forma sólida, estimular la curiosidad y ganar la atención y el respeto del menos cinéfilo.

 

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Rendido ante “Avatar: el sentido del agua”