• domingo, 16 de junio de 2024
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Blog / Cartas al director

No pasar, policía

Por La voz de los lectores

"Hemos asistido en los últimos tiempos a fuertes tensiones con un grupo de personas relacionadas con el mundo de la agricultura, que han desarrollado distintas acciones de protesta en nuestras calles. Y desgraciadamente, algunas de esas personas han terminado ocasionando disturbios en los que se ha llegado a intentar acceder por la fuerza nada menos que al Parlamento Foral". Carta enviada por Javier Hernández Armendáriz, responsable de comunicación del sindicato APF.

Los agricultores detenidos por el intento de asalto al Parlamento han acudido a la comisaría de la Policía Foral en Beloso en calidad de detenidos y posteriormente han sido trasladados al Palacio de Justicia de Navarra para declarar ante el juzgado de instrucción, IÑIGO ALZUGARAY
Un furgón de la Policía Foral sale de dependencias policiales, IÑIGO ALZUGARAY

Si les pedimos que se metan en la piel de un policía que debe tomar decisiones rápidas en cualquier tipo de intervención arriesgada, seguramente les vendría a la cabeza la expresión “¡Alto, policía!” o la imagen de esas cintas de perimetrar con la leyenda “No pasar, policía”. 

Son dos palabras que incluyen muchos conceptos como autoridad, respeto, legalidad, orden, servicio… Y todas ellas se quedan cortas para definir el concepto de “policía”. Son palabras que todos los policías hemos utilizado en algún momento en nuestra vida profesional, o fuera de ella, cuando nos hemos enfrentado con personas violentas o que están perpetrando algún tipo de ilícito penal. Y la verdad es que la mayoría de las veces ha provocado en quienes las escuchan un mayor o menor respeto frente al peso de la ley que se les viene encima. 

Pero no siempre es así. Hemos asistido en los últimos tiempos a fuertes tensiones con un grupo de personas relacionadas con el mundo de la agricultura, que han desarrollado distintas acciones de protesta en nuestras calles. Y desgraciadamente, algunas de esas personas han terminado ocasionando disturbios en los que se ha llegado a intentar acceder por la fuerza nada menos que al Parlamento Foral. 

En este caso, Policía Foral ha desarrollado una ingente labor integral que ha incluido desde la mediación y negociación hasta el uso de la fuerza física mínima imprescindible para garantizar el orden público, que es (entre otras cosas) a lo que se dedica la policía. Es uno de los servicios públicos que damos y nos gustaría que se respete nuestro ámbito de actuación. Contamos con formación adecuada para ello; hemos superado oposiciones y acciones formativas muy exigentes para llegar a desarrollar esta labor, y necesitamos el respecto no sólo de la ciudadanía (con el que habitualmente contamos) sino también de la clase dirigente que en no pocas ocasiones aprovecha nuestros aciertos y desaciertos en la dialéctica política no para solucionar problemas, sino para debilitar al adversario. 

Por supuesto que debe haber control sobre la legalidad e idoneidad de nuestras actuaciones. Para eso, en Policía Foral contamos con una unidad específica de Régimen Interno y estamos sujetos también a la actividad del poder judicial. Pero no deberíamos ser un arma arrojadiza en el terreno político. Por eso pedimos a los grupos políticos que nos dejen trabajar, que nos doten de personal, medios y formación adecuada para dar respuesta a los desafíos a los que nos enfrentamos día a día. En definitiva, que no se entrometan en el terreno policial: ahí es cuando debemos decirles “No pasar. Policía”. 

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