Dice el aforismo que del enemigo, el consejo. Solo hay que leer lo que en las últimas horas han hecho o dicho los portavoces y líderes de las formaciones políticas que apoyan a Sánchez y Chvite para comprobar hasta qué punto el Partido Socialista Obrero Español está sentando las bases para resquebrajar el modelo constitucional, la monarquía parlamentaria y el estado autonómico.
Bildu de Navarra plantea un referéndum para formar con el País Vasco una república confederal.
Unidas Podemos, ERC, Bildu, PNV, Junts, PDeCAT, Más País, Compromís, CUP y BNG registran conjuntamente una proposición no de ley que insta a poner fin al "imposición legal exclusiva del castellano en la normativa estatal".
Unidas Podemos pide al Gobierno que los políticos presos por el 1-O estén en libertad antes de febrero.
Bildu y ERC avisan a Pedro Sánchez de que su precio es una "solución histórica" para el País Vasco y Cataluña.
Pablo Iglesias: "Bildu comprende mejor la Constitución que PP y Vox; habrá gobierno socialcomunista para rato".
Gabriel Rufían: "Hemos obligado al PSOE a una salida de izquierdas y no repetir errores del pasado".
Pablo Echenique: "Normalizar que los líderes políticos catalanes puedan hacer campaña sería salud democrática". Echenique recomienda a PP, Vox y Ciudadanos que dosifiquen su "rabia" porque "van a tener que digerir" muchos cambios legislativos. Concretamente, se ha referido a la Ley de Eutanasia, la Ley 'Trans', la derogación de la reforma laboral del PP, la Ley de Memoria Histórica, la regulación de los alquileres, varias subidas del salario mínimo, una reforma fiscal para "subir impuestos" a las grandes fortunas y corporaciones, acabar con los "paraísos fiscales interiores" (en referencia a la armonización fiscal y el caso de Madrid) o la derogación de la Ley 'Mordaza', entre otras cuestiones.
Este es el gobierno Frankenstein, como fue definido por el exlíder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba en 2016. Estos son los enemigos de España. Estos son los aliados de Sánchez y Chivite.