- domingo, 08 de diciembre de 2024
- Actualizado 21:59
Pues bien, ante la grave situación actual pensaba que algunos políticos, personas a las cuales se les presupone un mínimo de conocimiento por lo menos en materia de servicio a la sociedad, deberían tener claro esta forma de actuar.
Me estoy refiriendo; a la polémica generada por la presencia de personal del Ejército por las calles de caco viejo de Pamplona, una polémica ficticia elaborada por quienes son especialistas en generarlas.
EH Bildu ha considerado "inaceptable e intolerable" que el Ejército se haya "desplegado" por Pamplona, los sindicatos abertzales más de lo mismo. Pero quien se lleva la palma es el senador de Geroa Bai, socio del gobierno de Navarra, quien indica que; “Pamplona ha amanecido tomada por el Ejército” y ha dado entrada en el Senado a un documento, para preguntar al Gobierno preguntas tan importantes como cuál es el motivo del despliegue y cuál ha sido su labor.
Parece que el señor Martínez escribe desde algún lejano país o no se ha dado cuenta de la situación actual de España y de Navarra en concreto, le animo a que lea el número de fallecidos. Este es el nivel de algunos de nuestros políticos movidos únicamente movidos por intereses espurios. Por cierto estos militares ya llevan varios días trabajando en Navarra y en Pamplona pero parece que ciertos lugares son coto cerrado de algunos.
Pero más allá de estas personas que ven la presencia de nuestros militares en nuestras calles como algo negativo, queriendo propagar su animadversión hacia todo lo que representa el trabajo de nuestros militares, me gustaría poner sobre la mesa todo el trabajo que desarrollan las Fuerzas Armadas en este Estado de Alarma.
Operación Balmis, así es como se llama la operación que desde el Ministerio de Defensa han bautizado con el nombre de; Don Javier de Balmis, médico militar quien en 1803 lideró la expedición que llevó la vacuna de viruela a América y Filipinas. Esta operación que no es otra cosa que poner sobre el terreno a quienes tienen una preparación en este tipo de situaciones y no hace más que aunar esfuerzos para intentar frenar esta pandemia que es el Covid-19. En todas las noticias vemos, como quien lleva el peso de esta operación es la Unidad Militar de Emergencias (UME), unidad creada en 2005 con el fin de colaborar con el sistema de Protección Civil junto con otras instituciones del estado para contribuir a preservar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
Podíamos poner en valor su gran capacidad de mando y control en situaciones de crisis, contando con una capacidad muy flexible de actuación por el gran numero de situaciones a las que puede hacer frente, pero sobre todo su capacidad de realizar un esfuerzo sostenido para canalizar y dirigir sus medios propios o aquellos le pongan a su alcance, así como inter-operar con el resto de servicios de emergencias. La ciudadanía sabe de sobra que estos hombres y mujeres, cada año luchan contra el fuego en nuestros bosques, trabajan en grandes inundaciones como así lo vimos en Tafalla, también los vemos en grandes nevadas y colapsos de vías de comunicación, rescates en montaña y vías de espeleología, una capacidad de acción muy variada que se une a una serie de secciones más desconocidas que por desgracia estos días se dan a conocer como el GIETMA (Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales) unidad especializada en riegos químicos, nucleares, radiológicos y biológicos. Esta unidad está formando a los demás componentes para realizar un trabajo específico en materia de desinfección y contención de zonas estratégicas por su valor humano o infraestructuras criticas que son imprescindibles para que nuestro país siga funcionando.
Pero no solo es la UME quien está trabajando en la operación Balmis, hasta la fecha 3.400 militares están participando en intentar para esta pandemia, podemos poner sobre la mesa la Sanidad Militar quien ha puesto todos sus recursos para ayudar, pero sobre todo a puesto su experiencia en reaccionar ante crisis humanitarias en los peores escenarios del mundo, esa capacidad de gestión en situaciones extremas las conocen muy bien los escalones médicos avanzados en escenarios bélicos como en situaciones de catástrofes en todo el mundo, podría citar decenas de escenarios mundiales donde la sanidad militar española ha sido punta de lanza para curar a los demás y ahora les toca luchar en casa.
La logística militar está jugando un papel importante en esta operación como también lo está haciendo el Centro Militar de Farmacia quien ha puesto todos sus recursos para la elaboración del material y recursos necesarios. Me gustaría terminar citando a nuestro Regimiento América 66, quien apoya a nuestros policías en su labor de vigilancia.
No tenemos que olvidar que en tiempos de crisis se ve lo mejor y lo peor de cada uno, nuestros militares son una pieza más de esta gran maquinaria que podrá con esta pandemia que estamos viviendo, no son ni más ni menos que los demás pero se merecen el mismo reconocimiento que los demás, aunque algunos que solo saben restar no lo sepan ver.