• jueves, 28 de marzo de 2024
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Opinión /

¿Actuó el Gobierno de forma correcta en el inicio de la crisis?

Por Gustavo Galarreta

El autor expone la importancia del análisis de datos en materia de seguridad global, dicha materia engloba todo lo referente al bienestar de las personas, salud pública incluida. De la estrategia de nuestra seguridad global se encarga el Departamento de Seguridad Nacional, un departamento vital casi desconocido para la ciudadanía.

 

El presidente Pedro Sánchez durante una videoconferencia con los presidentes autonómicos. Europa Press.
El presidente Pedro Sánchez durante una videoconferencia con los presidentes autonómicos. Europa Press.

Me gustaría que este artículo de opinión sirviese para poner mi pequeño grano de arena para intentar esclarecer, lo que todo el mundo se pregunta; ¿actuó el gobierno de forma correcta en el inicio de esta crisis?

Está claro que no tengo la respuesta, pero lo que sí puedo aportar es un análisis sobre qué información manejaba el gobierno mucho antes del inicio de esta pandemia. El Gobierno desde el 30 de enero conocía que la Organización Mundial de la Salud había declarado la alerta sanitaria internacional sobre el Covid-19 y nos indicó que las decisiones al respecto serian tomadas bajo el estricto criterio de los expertos, posteriormente hemos visto como cambiaban de forma de actuar y algunos ministros tomaban las riendas de algunas acciones.

En primer lugar, me gustaría hablar de la información que manejaba el Gobierno mucho antes de esa fecha; sobre la mesa, desde diciembre del 2017 ha estado el dosier de la Estrategia de Seguridad Nacional, elaborada por el Consejo de Seguridad Nacional, donde se incluye el capítulo sobre la «Seguridad frente a pandemias y epidemias» como uno de los desafíos a los que nos enfrentamos, incluyendo este capítulo por primera vez de forma específica.

Cuando hablamos de estrategia nos referimos a la capacidad de adoptar planes de preparación y respuesta ante riesgos sanitarios, tanto genéricos como específicos, bajo el principio de coordinación entre la Administración General de Estado y las Administraciones Autonómicas y con organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Mundial para la Sanidad Animal o, en el seno de la UE, el Centro Europeo de Control de Enfermedades, como bien indica el propio informe. 

Tal y como indica el dosier de Estrategia de Seguridad Nacional de 2017, en las últimas décadas el número de enfermedades emergentes identificadas y de situaciones de riesgo asociadas ha aumentado. España no está exenta de tales amenazas y desafíos. La capacidad de detección precoz de eventos y situaciones que pueden generar amenazas para la salud pública depende en gran parte de la capacidad de vigilancia de enfermedades y factores de riesgo y de la comunicación adecuada de la información. La diversidad de los sistemas de información existentes en territorio nacional requiere, por un lado, homogeneizar el nivel de desarrollo tecnológico entre las comunidades autónomas y, por otro, el desarrollo de herramientas que permitan la comunicación de datos e información entre los diferentes sistemas, pues bien, el Gobierno y la Comunidades no se aclaran ni en el recuento de fallecidos. 

Todo esto, en coordinación, además, con los organismos con competencia sanitaria en el ámbito comunitario e internacional, cosa que con las últimas noticias sobre cómo se gestionó la adquisición de material médico deja clara la acción mejorable del Gobierno. Todo esto contando con que España, un país que recibe más de 75 millones de turistas al año, con puertos y aeropuertos que se cuentan entre los de mayor tráfico del mundo, un clima que favorece cada vez más la extensión de vectores de enfermedades, con una población envejecida y una situación geopolítica polarizada, no está exenta de amenazas y desafíos asociadas a enfermedades infecciosas tanto naturales como intencionadas. 

Reducir la vulnerabilidad de la población a los riesgos infecciosos cuando es factible (por ejemplo, mediante la vacunación), la probabilidad de introducción de riesgos infecciosos (por ejemplo, mediante el control e inspección de mercancías en frontera), así como la probabilidad de transmisión interna de enfermedades (por ejemplo, mediante buenos programas de prevención y promoción de la salud o buenos sistemas de saneamiento) es fundamental para minimizar los riesgos y su posible impacto sobre la población. Toda esta información la tenía sobre la mesa el Gobierno, realizada por el Departamento de Seguridad Nacional durante el año 2017. 

Con la experiencia del Ébola; el personal Seguridad Nacional nos hablaba de cómo; para dar una respuesta eficaz es necesario establecer mecanismos de coordinación entre los agentes implicados. Bajo la coordinación del CNPIC, se inició en el año 2017 la elaboración de los Planes sectoriales de protección de infraestructuras críticas de los sectores Alimentación y Salud. Este incremento de las situaciones de riesgo asociadas a enfermedades infecciosas ha venido de la mano de un cambio global rápido que está modificando la relación del ser humano con su entorno en varios ámbitos: poblacionales (tamaño y fragilidad), uso y ocupación del suelo, movilidad y desplazamientos de población, conflictos, transporte de mercancías y cambio climático, leyendo estas líneas uno puede pensar que ante estas certezas generadas en 2017, como se ha podido tardar tanto en reaccionar en algunas situaciones.

Me gustaría terminar indicando que, en materia de seguridad, la estrategia es; la serie de acciones muy meditadas encaminadas hacia un fin determinado y la inteligencia es el resultado de; valorar, analizar, integrar e interpretar la información obrante, que es de lo que se encarga el Departamento de seguridad Nacional máximo garante de la seguridad global de los españoles, la seguridad como bien común. 

En una decisión que generó muchas críticas, nuestro presidente del Gobierno puso al frente de este Departamento tan importante a su asesor el Sr. Iván Redondo, de quien se dice es un gran estratega político y una persona inteligente, pero el poner la política por encima de otras cosas tiene sus riesgos y será la sociedad española quien juzgue si frente a esta pandemia se ha actuado con inteligencia y con una buena estrategia.


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