Con Volkswagen está pasando una cosa curiosa, cuanto mejor te dice Txibite que va, menos personas curran en ella, menos coches se fabrican y más días cierran. Al final, como sigan por ese descenso que hace tiempo que se inició, será la mejor fábrica no solo de Navarra sino del mundo... pero únicamente cuando se quede sin trabajadores.
Todo es maravilloso en la cabeza de Txibite, todos son horizontes inmejorables, un futuro impresionante respaldado por muchos “peipers”, por todos los informes que quieras de organismos oficiales troleros, observatorios públicos comprados, incluso de chiringuitos con perspectiva de género ampliamente subvencionados: el futuro y futura de Landaben y Lanbabena está asegurado y asegurada.
Seguro que hasta el Psoe te lo explica con vistosas presentaciones de PowerPoint o con el programa que se utilice ahora para construir castillos en el aire o cuentos de la lechera. No podría ir la cosa mejor y cada vez menos coches salen de ahí. Se ha anunciado que se va a dejar de fabricar el modelo estrella en Irroña pero tranquilos, que es por el bien de la fábrica. Todo el mundo sereno que solo los alarmistas fachas fascistas y matxirulos, con te equis, ven raro que una empresa que se dedica a montar coches los deje de montar.
Ahora ya no vamos a hacer coches, ahora baterías. Lo ha anunciado Txibite, que se lo ha dicho un pajarico. No me preguntes cómo ni cuándo ni por qué pero en esas instalaciones que hay en Landaben tan grandes, con un chasquido de dedos, los miles de trabajadores pasarán a fabricar baterías. Pero calma, no indagues por la inexistente financiación para ello ni por el motivo por el que hasta el comité de empresa le desmiente a la presidenta de Navarra esa electoral profecía. No intentes comprender qué hay de verdad o mentira en ese gabinete de los horrores, porque dudar de ellos es ser un cenizo facha que solo quiere que le vaya mal al gobierno de aberchándales y socialistas.
Todo proyectos, planes, propósitos, ideas... pero siempre inconsistentes. Todo dibujos, coloricos cuquis, planes molones pero al final nada. Todo palabrería y miseria.
Suena más a una fórmula para mantener tranquilo al personal mientras van desmantelando la fábrica poco a poco, sin prisa, con calma, que no se note, no traspase, no pringue. Que no se dé cuenta nadie de lo que está pasando, que Navarra se queda sin su buque insignia empresarial y con su pérdida, también la desaparición de esa flota de empresas satélites que dependen directamente de que Volkswagen siga fabricando coches.
Me temo que todo eso está pactado entre el Psoe, el PSC y el nacionalismo catalán. Con el silencio cómplice de los aberchándales, que ya les va bien desguazarla, que saben que cuanto peor esté Navarra más posibilidades tienen de convertirla en la cuarta pobre y humillada, sin rechistar, provincia vasca. Y dentro del estado español, ojo, nada de independencia, eso ya a muy largo plazo, a ver si se van enterando los boronos aberchándales de Irroña de cómo están cocinando el futuro de Navarra. Navarra sin autogobierno, sin parlamento ni presidente propio, dependiente totalmente del gobierno vasco de Vitoria. Navarra poco más que un euskozoo para que los de Bilbao que se llevan las perras puedan enseñar a las visitas el hecho diferencial vasco de llevar una vida de mierda levantando piedras, ordeñando ovejas latxas con albarcas, chapela a rosca, pantalón azul mahón y tocando la puta piticlín-piticlán txalaparta cada hora, como en los shows de Port Aventura. Y para que por fin los infelices alaveses tengan a un pringado mayor que ellos por debajo en el aberchandalato para darle collejas.
Lo poco que quede del naufragio en el que han convertido el mercado del automóvil se lo llevan a Barcelona y aquí a coser ikurriñas en Landaben... para los chinos, que son los que manejan ese cotarro de la elaboracion y venta de los trapos identitarios.
Eh, pero sin agobios, que nadie se le ocurra montar un follón, que eso solo es de españolistas, que Txibite lo tiene todo bajo su control. Yo creo que ya tiene para Navarra hasta el ataúd ensamblado y lijado en sus sesiones de bricolaje casero que se monta en su jardín, que es el único futuro real que le han dicho desde Bilbao y La Moncloa que nos ofrezca: la tranquilidad, la calma del cementerio. Y eso es todo.
