- sábado, 07 de diciembre de 2024
- Actualizado 08:37
Este final de liga tan revuelto por la parte baja de la clasificación no nos afecta, ¡Menos mal! Nosotros a lo nuestro, esperar a ver si se despista alguno y entramos en competición europea; pensando que el premio es un poco mayor y las arcas de Osasuna lo necesitan.
Este partido contra el Athletic, tenía su miga por aquello de la eliminación de copa y por esto de quedar por encima de ellos a pesar de lo ricos que son. Por eso Jagoba saca al campo lo mejor que tiene a expensas de que a los rojiblancos se les atrofie la mente y la puntería; y así sucedió.
Osasuna, con su habitual 4-1-4-1 y un montón de sanas intenciones, arranca el encuentro pensando en la victoria. Desde un principio se ve que los rojos desean con ahínco los tres puntos de los que el Athletic también quieren participar. Los del Botxo se manejan mejor en el juego de control y Osasuna en sus pases largos a las bandas por donde encuentran mejor camino.
De todas formas en la primera parte las ocasiones más clara son para el Athletic que se encontró con un Aitor que durante todo el encuentro dijo “aquí estoy yo y no pasa nadie” y así fue, no pasó nadie en los 95 minutos que duró el encuentro.
Las emociones y buen juego los dejó Osasuna para la segunda parte, un gol extraordinario de Budimir, que parece resurgir con el paso de los partidos, y otro de Torró marcaron el devenir de un encuentro tenso, bravo y con destellos de buen juego al que ninguno de los dos equipos le perdió la cara en ningún momento. El público lo agradeció, se divirtió y coreó con rabia aquello que más duele en Bilbao: "Que son de Tajonar”.
Todo el equipo se mostró a un gran nivel, la defensa contundente, el centro del campo batallador y los delanteros con chispa y calidad. Aitor excelente, con tres paradas extraordinarias y 0-0 en el marcador, hizo que el equipo se mantuviera a flote y creyera en la victoria.
No puedo menos de resaltar el progreso de Aimar Oroz, en un partido que sirvió para doctorarse en primera división y el acierto de Arrasate al hacer funcionar a este equipo con un sistema tan sencillo como eficaz con el trabajo de toda la plantilla, los que saltan al campo y los que esperan salir en cualquier momento, que lo hacen con muchas ganas.
Esta temporada, en la que ya tenemos tres puntos más que la pasada, será la que en Bilbao recordarán como la de “el trauma rojillo”, no nos han hecho ni un solo gol en liga y una eliminación de la copa de las que duelen.
A seguir así, que si conseguimos los 6 puntos que faltan, nuestro doctorado será “Cum Laude”