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Opinión / Políticamente incorrecto

Unión 78, la esperanza constitucionalista

Por Jorge Valencia

El PSOE ha decidido volver al espíritu guerra-civilista del 36 excluyendo de todo ámbito a la derecha democrática y tomando como socios a todos los enemigos de la Constitución Española.

(I-D) El exdelegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo; la expresidenta del PP vasco, María San Gil; la exlíder de Unión, Progreso y Democracia (UPYD), Rosa Díez; el exsocialista Jesús Cuadrado; el escritor y filósofo, Fernando Savater y el columnista de The Objective e investigador y Teaching Fellow en la Universidad de Columbia, David Mejía en rueda de prensa para presentar la Plataforma de activismo político y cívico 'Unión78' en el Hotel Wellington, en Madrid (España), a 26 de febrero de 2020.

26 FEBRERO 2020

2/26/2020
El exdelegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo; la expresidenta del PP vasco, María San Gil; la exlíder de Unión, Progreso y Democracia (UPYD), Rosa Díez; el exsocialista Jesús Cuadrado; el escritor y filósofo, Fernando Savater y el columnista de The Objective e investigador y Teaching Fellow en la Universidad de Columbia, David Mejía en rueda de prensa para presentar la Plataforma de activismo político y cívico 'Unión78' en el Hotel Wellington, en Madrid. EUROPA PRESS

El pasado miércoles se presentó en Madrid “Unión 78”, una plataforma cívica de “activismo político no institucional, sin pretensiones electorales ni a corto ni a largo plazo” y que está formada por un grupo de “constitucionalistas activos” que aspira “a la transformación positiva de España por medio de la aplicación responsable de la legalidad”.

Detrás de la pancarta están los mismos que estuvieron detrás de la del movimiento cívico “Basta Ya” allá por el año 2000 en el País Vasco defendiendo la democracia frente al terrorismo: Rosa Díez, Fernando Savater, María San Gil, Carlos Martínez Gorriarán y muchos otros constitucionalistas que tanto y tan bueno han dado por nuestras libertades. Son los mismos también los motivos: Defender la democracia, la libertad y la igualdad de todos los españoles. Porque estos valores democráticos no perviven en el tiempo por sí solos, sino que hay que defenderlos constantemente, pues las amenazas contra ellos nunca arrecian.

En los tiempos de Basta Ya era el terrorismo etarra el que amenazaba estos valores y ahora es un gobierno preso voluntario de ese conglomerado formado por los herederos de los terroristas, populistas antisistema y golpistas. Pero lo que nos jugamos es lo mismo y algunos no estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados mirando como todo lo bueno que nos ha traído la Constitución del 78, nuestros derechos ciudadanos, la unión y la concordia entre españoles se van por el desagüe.

Es intolerable que el actual gobierno de España esté sustentado por quienes a día de hoy siguen sin condenar el terrorismo o quienes defienden el régimen venezolano como modelo para nuestro país. Sería inimaginable en cualquier otro país de nuestro entorno, por ejemplo, que un presidente negocie con personas condenadas por delitos tan graves como el de sedición, que lejos de arrepentirse se reafirman diciendo que volverán a hacerlo. Pues esto es lo que está ocurriendo actualmente en España. Y no es algo a lo que el Partido Socialista se vea obligado, sino que es algo que han decidido por voluntad propia. Como venimos diciendo desde hace tiempo, el PSOE ha decidido volver al espíritu guerra-civilista del 36 excluyendo de todo ámbito a la derecha democrática y tomando como socios a todos los enemigos de la Constitución Española.

Por eso el nacimiento de esta plataforma cívica que recupera el espíritu de unidad y concordia del 78 supone un brote de esperanza en el panorama político actual cuyo horizonte se divisa nefasto si no hacemos algo para remediarlo.

Soy de esos españoles que no votó la Constitución Española puesto que nací en el año 1986 y no por ello la siento ajena a mí, ni mucho menos carente de validez, por citar el argumento que muchos oportunistas agitan para deslegitimarla. La Constitución Española salió adelante gracias al gran esfuerzo de nuestros mayores tras una guerra civil y cuarenta años de dictadura y no me considero quien (ni quiero) para cuestionar aquel pacto entre españoles que enterró de una vez por todas el odio y la rivalidad entre hermanos para alumbrar la democracia de una manera considerada ejemplar por el resto del mundo.

Creo que Unión 78 representa lo mejor del espíritu de la transición: Personas de distintas procedencias unidas en la defensa de lo fundamental. Rosa Díez lo explicaba bien el día de su presentación cuando un periodista apelaba a lo ejemplar de la unión entre personas de distintas ideas: “María San Gil y yo podemos tener diferencias ideológicas, pero somos como la inmensa mayoría de los españoles, que están de acuerdo en lo fundamental, en que la Constitución nos trajo las libertades y nos hizo ciudadanos a los que antes éramos súbditos”.  Creo que no se puede resumir mejor el espíritu con el que nace esta plataforma de discrepancia cívica.

Por eso la apoyo y animo a todos los ciudadanos a hacer lo mismo para estar allí donde nos convoquen defendiendo aquello que solo la Constitución del 78 nos garantiza: Los derechos de ciudadanía y la igualdad de todos los españoles frente a la tribu y el nacionalismo. Y por supuesto la legalidad frente al despotismo.

A la hora de escribir estas líneas, somos ya más de 10.000 los inscritos a través de la web union78.es, ciudadanos que nos hemos puesto detrás de esa bandera que han levantado estas valientes gentes. Ojalá seamos muchos más, porque la batalla no ha hecho más que empezar.


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Unión 78, la esperanza constitucionalista