Hace unos años, Arturo Pérez-Reverte, en uno de sus habituales artículos en XLSEMANAL, titulado "Tontos peligrosos", refiriéndose al ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmaba que “necesitado de tensión electoral, nos devolvió, desenterrada y fresquita a las nuevas generaciones que la habían olvidado, la Guerra Civil”.
Muchos de los políticos que ocuparon y algunos ocupan puestos de decisión en los gobiernos del citado y del actual presidente, son descendientes de combatientes que participaron en la contienda civil y no fueron “tan tontos” para colocarse y “seguir en el machito”.
De ese mismo artículo rescato la frase: "Juntas a un malvado con mil tontos y tienes en el acto mil y un malvados”.
En estos momentos, el malvado, ególatra, mutante, “okupa legal de Moncloa” que, coreado por "los tontos" que le rodean, ha creado un ejército de voceros y troleros (de bulos y mentiras), que van a rememorar con multitud de actos, los cincuenta años del fallecimiento, en la cama de su domicilio, del general sublevado Francisco Franco y tratan de nuevo de enfrentar y posicionar a la sociedad española, cuya mayor parte de población activa no sabe ni quién fue ese general.
Por cierto, “el dictador” fue colega o jefe de más de uno de los abuelos de los corifeos o tontos peligrosos vigentes, cuyos nietos disfrutaron de cargos durante la dictadura e incluso los legaron a sus descendientes también durante la etapa democrática.
