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Opinión / EntreArtes

Javier Marín, ante un 2017 con muchos sueños por cumplir

Por Juan Pedro Cano

El próximo año será la quinta temporada para Marín vestido de luces, charlamos con él para valorar su año y el futuro más inmediato con la alternativa como primera meta más importante en su carrera.

Javier Marín, Luis David Adame y Andy Younes en la novillada de la Feria del Toro 2016 con toros de El Parralejo. MAITE. H. MATEO  (5)
Javier Marín en la novillada de la Feria del Toro 2016 con toros de El Parralejo. MAITE. H. MATEO

El pasado jueves tuvo lugar la entrega de los prestigiosos Premios Ciudadela de Pamplona que por octavo año consecutivo Onda Cero y El Corte Inglés premiaron lo más destacado de la Feria del Toro. En esta edición el jurado tuvo a bien destacar, con una mención especial, la actuación del novillero Javier Marín por su pureza y concepto a la hora de interpretar el toreo

2016 una temporada para el recuerdo: «Cuando empieza la temporada uno no sabe lo que hay por delante pero empecé con muchísima ilusión, sobre todo con una carta muy importante como era hacer el paseíllo en Madrid, y a raíz de cortar esa oreja en mi presentación tuve la suerte de entrar en Pamplona y en otras plazas importantes y de responsabilidad para los novilleros como Arnedo y Arganda»

Sin prisa pero sin pausa: «Hasta el momento mi carrera es paso a paso, creciendo como torero hasta que este año pensamos que era el momento de ir a Madrid y fue acertado. La oreja que corté en Las Ventas debe ser aval para volver este año a principio de temporada y a Pamplona me encantaría volver, bien como novillero o ya de matador de toros, pero el futuro es incierto como las carreras de los toreros».

La oreja cortada en Las Ventas será el mejor aval para volver en 2017: «Hubo la oportunidad de volver a Madrid este año, pero Sergio -mi apoderado- pensó que era mejor volver con un mayor bagaje y más rodado para demostrar que lo de abril no había sido casualidad. La temporada que viene cuando haga el paseíllo en Las Ventas verán a un Javier Marín con las mismas ganas pero más hecho y el concepto más asentado».

El 5 de julio de 2016 es una fecha ya para el recuerdo imborrable en la memoria del torero de Cintruénigo: «Para mí, como navarro, hacer el paseíllo en Pamplona convertía la tarde en la más especial de mi carrera. Salí a disfrutar, a pasármelo bien, porque uno sueña con eso, verse anunciado en esas plazas para dejar ver lo que siente y lleva dentro. Yo me limité a hacer lo que sé, que es torear, y bueno… unas veces salió mejor y otras peor, pero yo lo que quería es que la gente viera mi concepto, además en una tarde que tenía las cámaras del plus que es un escaparate extraordinario».

Una tarde de máxima responsabilidad en la que fue fiel a su estilo, a su concepto de interpretar el toreo: «En todo momento intenté enganchar a los toros con los vuelos, traerlos con mucha suavidad, torear encajado, reunido y vertical, sobre todo torear para mí y disfrutar, porque al final cuando uno disfruta arriba la gente también lo hace».

La temporada tenía un buen remate con la participación en dos de las ferias más importantes del escalafón menor que se celebran en el mes de septiembre: «Llegué a Arnedo y Arganda con muchísima ilusión, pero fue imposible. Los novillos no me dieron opción en ninguno de los dos sitios. Salí contrariado porque cuando uno asume esos compromisos no quiere ese tipo de resultados».

En la mente de cualquier artista siempre hay cabida para los sueños con la firme intención y propósito de hacerlos realidad: «El año pasado mi cartucho fue Madrid, salió cara, y este año me gustaría entrar en Sevilla que sería un sueño poder hacer el paseíllo en La Maestranza, pienso que es una plaza donde encajaría muy bien mi concepto del toreo».  

Otro sueño, que ojalá se haga realidad, es la alternativa en una plaza muy especial: «Para mí, como navarro, Pamplona lo es todo, me haría una ilusión tremenda tomar la alternativa en la Feria del Toro, está claro que es una responsabilidad muy fuerte con el toro que sale. Hace muchos años que no se da una alternativa, que lo hiciera un navarro sería algo muy emotivo y entrañable. No sé si se producirá o no, sé que lo que pase será para bien».

Madrid, Sevilla y Pamplona son los nombres propios para 2017 de Javier Marín. Será su año, su momento. A mí, con su concepto de pureza me tiene ganado. Suerte torero y como dice la canción: no dejes de soñar.


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Javier Marín, ante un 2017 con muchos sueños por cumplir