El autor recuerda al dueño del bar Savoy de Pamplona, Aitor Otazu, recientemente fallecido. En el local se reunían de manera habitual muchos de los míticos 'guiris' que acuden con frecuencia y desde hace años a San Fermín.

"Nunca pensé que diría las palabras ‘no quiero ir a Pamplona’, pero…"
Estas fueron las palabras del sanferminero Rick Musica, escritas al enterarse del fallecimiento repentino de su gran amigo Aitor Otazu, propietario del bar y restaurante Savoy. Rick había estado en Pamplona con su esposa, Ellie Rae, y sus hijos para celebrar la Nochevieja y la llegada de los Reyes Magos, disfrutando, como siempre hacen los extranjeros, de todo lo que Pamplona tiene para ofrecer: su gente, sus calles, su gastronomía y su ambiente.
¿Regalos en Navidad? Cada día en Pamplona es un regalo.
Rick, estadounidense residente en Florida, había regresado a casa tras una semana feliz y divertida en Navarra. Llegaron tarde, fueron a dormir y, al despertar, encontró una montaña de mensajes en su teléfono. Como escribió: "Sabía que algo NO BUENO había pasado".
La repentina muerte de Aitor Otazu impactó profundamente a su familia y, por supuesto, fue un gran golpe para sus amigos, como Rick. "Nunca pensé que diría las palabras ‘no quiero ir a Pamplona’, pero lo he hecho", escribió. Así se sintió al enterarse de la noticia, sabiendo que, a pesar de todo, regresaría para el funeral.
Doce horas después de haber llegado a casa y tres horas tras leer los mensajes, Rick y Ellie Rae ya estaban de nuevo en un avión rumbo a Pamplona para despedir a Aitor.
Desde Canadá, Victoria Denault, casada con otro sanferminero canadiense llamado Jack, compartió su experiencia:
"Cada vez que hacía check-in en el Savoy en Facebook lo llamaba ‘El mejor restaurante del mundo’, y lo es. Pero no es solo la comida excepcional lo que lo hace único, son las personas. Aitor siempre fue tan amable, siempre nos recibía con una enorme sonrisa y un gran abrazo. Esta pérdida me tiene destrozada, no puedo imaginar cuánto más duro será para quienes lo conocieron mejor. Mi corazón está con Idoia y el resto de su familia. Descansa en paz, Aitor. Se te extraña profundamente".
Desde Estados Unidos, Devon Douglas también recordó al Savoy como un lugar especial:
"Uno de mis momentos favoritos en Pamplona desde que Rick Musica me invitó en 2016 era la cena en el Savoy. Mi español es terrible, así que nunca hablé mucho con Aitor, pero entrar a su restaurante era como estar en familia. La experiencia gastronómica, la reunión con amigos y el esfuerzo de Aitor y su equipo hacían que el Savoy fuera especial. Descansa en paz, Aitor. Te extrañaremos profundamente".
Rick también recordó momentos inolvidables con Aitor. Desde las cenas previas a San Fermín, como la famosa "Cena de los Idiotas", hasta las innumerables veladas en el bar con amigos locales y visitantes.
La noche del funeral, la iglesia estaba llena. La familia de Aitor, su esposa Teri y sus hijos, Aitor, Jon y Lorea, estuvieron acompañados por un público que no pudo contener la emoción. "La muerte nunca tiene sentido, pero todos sabemos que es inevitable. Esta, en particular, nos ha golpeado fuerte", escribió Rick.
Entre risas y lágrimas, Rick recordó anécdotas que definieron a Aitor: su calidez, su humor y su capacidad para crear momentos inolvidables en el Bar Savoy, que tomó su nombre del famoso hotel londinense.
Aitor Otazu Larrauri (1959-2025) será recordado no solo por su excelencia en la hostelería, sino por su generosidad, su clase y el cariño que brindó a todos los que cruzaron la puerta de su bar.
Bar Savoy: clase, calidad y generosidad. Como su dueño.
QEPD Aitor Otazu Larrauri.
Por Tim Pinks.