La empresa Silenciosos Falces -fabricante de tubos de escape- anunció el pasado 18 de abril a la presentación de los trabajadores su intención de liquidar la compañía, motivo por el que el sindicato ELA ha convocado huelga indefinida desde el jueves para "defender los puestos de trabajo y la viabilidad de la planta de Falces".
La dirección tomó esta decisión tras el anuncio de Faurecia, empresa proveedora de Volkswagen, de rescindir el contrato que tiene con Silenciosos Falces.
El sindicato ELA ha destacado en un comunicado que "la empresa presentó hace unos años un concurso de acreedores, que se cerró con un convenio que hizo posible la viabilidad de la misma y que hasta la fecha se ha venido cumpliendo gracias a la implicación de la plantilla".
La asamblea de trabajadores, convocada por el sindicato ELA, ante el anuncio inminente del cierre, decidió por mayoría secundar una huelga indefinida.
ELA solicitará sendas reuniones con la empresa Faurecia y con el Gobierno de Navarra. Con la primera, para conocer por qué motivo ha decidido rescindir el contrato con la planta de Falces y exigir que siga manteniendo la carga de trabajo. Con el Gobierno de Navarra, para exigirle que haga todo lo que esté en su mano para que no se produzca el cierre de una planta que "llevaría a la destrucción de empleo en una comarca ya muy desindustrializada".
El sindicato ha considerado que "el Gobierno foral no puede inhibirse de este tipo de procesos, que obedecen únicamente a intereses empresariales, destruyen empleo y desindustrializan comarcas". "Cabe recordar que Silenciosos Falces factura gran parte de su producción a Faurecia, empresa proveedora de Volkswagen, donde el Gobierno invierte ayudas millonarias", ha afirmado.
