Cada día, cuando amanece en los pueblos y valles de Navarra, alguien ya está de camino. Son los carteros rurales, 150 hombres y mujeres que conectan a diario los puntos más remotos de la Comunidad Foral con sus servicios esenciales.
Con salida desde Pamplona, Estella, Tudela o cualquier oficina de Correos de la red navarra, se lanzan a recorrer sus rutas. Cartas, paquetes, operaciones bancarias, pagos de tributos o incluso la entrega de distintivos ambientales para circular por Zonas de Bajas Emisiones forman parte de su labor.
Lo que hacen va mucho más allá de entregar el correo. Gracias al servicio Correos Cash, muchos vecinos pueden retirar dinero en efectivo en la puerta de casa, sin necesidad de desplazarse al banco. Está disponible para clientes de entidades como BBVA, Santander, CaixaBank, Ibercaja, Banco de Sabadell, EVO Banco o Grupo Caja Rural.
Además, con Correos Pay, estos carteros también permiten abonar recibos, impuestos municipales o multas de la DGT escaneando el código de barras con su PDA. Una solución útil para personas mayores o zonas sin oficinas bancarias.
Correos recuerda que estos servicios se prestan también desde sus 43 oficinas en Navarra, pero que los carteros rurales son clave para garantizar la igualdad territorial y el acceso a servicios en cualquier punto de la comunidad. "Somos la única red que llega físicamente cada día a todos los domicilios", señalan desde la compañía.
Más allá de la tecnología o la digitalización, la figura del cartero rural sigue teniendo un peso humano enorme. En muchos hogares es la única visita diaria, una persona conocida, cercana, que no solo entrega, sino que también acompaña.
Y todo eso lo hacen recorriendo, cada jornada, una cifra que impacta: 6.871 kilómetros diarios en total. Un esfuerzo conjunto que, cada día, teje una red invisible que mantiene vivos los pueblos de Navarra.
