El Gobierno de Navarra y las principales organizaciones agrarias han cerrado filas en torno a un objetivo común: defender los intereses del sector primario ante la inminente revisión de la Política Agrícola Común (PAC) en la Unión Europea. El acuerdo ha llegado en un momento clave, con el debate europeo a punto de arrancar este verano, y busca frenar posibles recortes que amenacen el futuro del campo.
El documento, firmado por el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mari Aierdi, junto a los representantes de UAGN (Félix Bariáin), EHNE (Fermín Gorraiz), UCAN (Esther Burgui) y ALINAR (Cayo Martínez), incluye ocho puntos esenciales. Todos ellos reclaman una PAC más fuerte, con más presupuesto, menos burocracia y un papel reforzado para las comunidades autónomas en su gestión.
“El presupuesto tiene que estar a la altura del momento crítico que vive el sector”, ha asegurado Aierdi tras la firma. “Se trata de que la letra presupuestaria responda ahora a esa música”, ha dicho, en referencia a las promesas recientes del comisario europeo Christophe Hansen, que ha apostado por un modelo de soberanía alimentaria más robusto.
La negociación sobre el próximo periodo de la PAC (2028-2032) comenzará en julio con la propuesta del Marco Financiero Plurianual (MFP). Este documento será clave para definir cuántos fondos destina la UE a su sector agroalimentario en los próximos años.
Frente a este escenario, Navarra ha decidido no quedarse de brazos cruzados. El texto consensuado exige un “presupuesto ambicioso” y alerta del riesgo de que otros gastos europeos, como los derivados de la defensa o la deuda de la pandemia, terminen reduciendo las partidas destinadas al campo.
“El sector agroalimentario da empleo al 15 % de la población europea y proporciona alimentos seguros y de calidad. No podemos permitir que se vea afectado por los recortes”, ha defendido Aierdi.
Las organizaciones agrarias también se han mostrado firmes. “La no dependencia de alimentos procedentes de terceros países o la apuesta por un modelo de producción sostenible y competitivo debe ser una línea prioritaria de actuación”, señala el primer punto del acuerdo, que todas las partes han respaldado.
Las organizaciones también reclaman una reforma profunda del modelo actual, con más apoyo a las explotaciones familiares y a la economía social, más incentivos para la agricultura verde y más medidas de relevo generacional.
“No puede ser que las ayudas vayan a quienes más superficie tienen y no a quienes viven realmente del campo”, ha declarado Félix Bariáin, presidente de UAGN. “Necesitamos una PAC que prime a las explotaciones familiares profesionales y que garantice el relevo generacional”, ha añadido.
Otro de los aspectos destacados del texto es la necesidad de simplificar la gestión de la PAC, considerada “excesivamente compleja” por el propio sector. “Estamos pidiendo menos papeles y más sentido común”, ha afirmado Fermín Gorraiz, de EHNE.
A ello se suma la petición de reforzar los controles a productos importados, para que cumplan las mismas condiciones que los europeos y no generen competencia desleal. “Lo que pedimos es que se compita en igualdad de condiciones. Si aquí se cumplen normativas ambientales y sanitarias, que los productos de fuera también las cumplan”, ha reivindicado Cayo Martínez, de ALINAR.
El acuerdo también insiste en que las regiones y comunidades autónomas deben tener un papel clave en la aplicación de la política agraria, para que esta se adapte mejor a la diversidad territorial de la Unión Europea. “Nadie conoce mejor nuestras realidades que nosotros mismos”, ha apuntado Esther Burgui, presidenta de UCAN.
Con este documento conjunto, Navarra busca hacerse oír en Madrid y Bruselas como una sola voz. Una voz que representa a todo un sector que pide estabilidad, apoyo y futuro.
