La Guardia Civil en La Rioja ha seguido la pista de un transporte interceptado en Vaslui con ropa, calzado y plásticos sin desinfección, y ha abierto diligencias por riesgo ambiental.
El Seprona de la Guardia Civil ha investigado a dos varones residentes en Navarra por el envío de más de 17 toneladas de residuos a Rumanía, en un traslado que ha incumplido la normativa comunitaria y que ha supuesto un riesgo sanitario y ambiental.
La investigación ha partido de una alerta internacional tras la interceptación del cargamento en Vaslui y ha terminado con la toma de declaración a dos implicados, de 40 y 45 años, naturales de Rumanía y asentados en Navarra.
La actuación la ha desarrollado el Seprona de la Guardia Civil en La Rioja y se ha fechado el 19 diciembre de 2025. A los investigados se les ha atribuido, de forma provisional, un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Según la información facilitada, la investigación se ha iniciado en julio de 2025, a raíz de un informe remitido por la UCOMA. Ese documento ha advertido de un transporte procedente de España que ha sido interceptado en Vaslui con más de 17.000 kilos de ropa usada y calzado en mal estado, además de restos de plásticos y cartón.
Durante la inspección, la Guardia Nacional de Medio Ambiente de Rumanía ha levantado acta y ha señalado que el material no podía comercializarse ni reutilizarse. Ha considerado que el envío ha incumplido la normativa nacional y comunitaria sobre residuos.
Las autoridades rumanas también han reflejado que la mercancía no se había sometido a procesos de limpieza ni desinfección. Ese hecho ha incrementado el riesgo sanitario y el impacto ambiental, y la legislación del país ha calificado estos traslados como introducción ilegal de desechos.
Tras esa comunicación, agentes del Seprona en La Rioja han practicado diligencias en la sede de la empresa de transporte, ubicada en Logroño. Allí han identificado al responsable de la flota y han tirado de la cadena de contactos que ha permitido la operación.
Como resultado, se ha tomado declaración a los dos implicados: uno habría actuado como intermediario y el otro como responsable del transporte. Además, se ha constatado que parte del material se habría desviado para uso personal.
La Guardia Civil ha advertido de que este tipo de prácticas alimentan el tráfico ilegal de residuos dentro de Europa, un fenómeno que ha ido en aumento. También ha subrayado que afecta de manera especial a países del Este, como Rumanía.
En esos territorios, según la misma fuente, se ha detectado la entrada de toneladas de material textil procedente de otros Estados miembros bajo la apariencia de ropa de segunda mano. ¿El problema? Que no siempre se trata de prendas aptas para la reutilización, y el perjuicio acaba siendo ecológico, sanitario y económico para el conjunto de la UE.
