El vino que recomiendo hoy no es un vino cualquiera. Un monovarietal de mi variedad predilecta, procedente de San Martín de Unx. Tiene 12 meses en barrica, barricas de al menos 6 usos, lo que nos indica que la presencia de madera en el vino va a ser muy sutil. En mi modesta opinión, es la mejor opción. No está catalogado como un vino de crianza en la contraetiqueta, pero la tiene.
Como podéis ver más arriba, es un vino de pueblo, de la Baja Montaña, zona donde la Garnacha se expresa de una manera fantástica. Lo que puede que no se lea, es que este vino, viene con una curiosa recomendación: escuchar con "River Flows In You" de Yurima, y una dedicatoria: "A quién tantas horas de piano me ha brindado".
Reconozco que he hecho trampas, he oído la canción por la mañana, no podía aguantar a ver cómo iba a sonar el vino que me iba a beber más tarde. Una parte de mí, pensaba que se iba a encender una llamita en mi interior y me iba a emocionar. Nada más lejos de la realidad, me ha parecido una canción repetitiva y algo larga. Así que la he quitado.
Cómo sabía que si alguien se dispone a poner algo en una etiqueta de un vino, con lo cotizado que está el espacio, sería por algo, unas horas más tarde lo he hecho de la manera correcta: libreta, luz suave indirecta, sacacorchos y ganas de una bonita experiencia.
Esta vez sí. Tras ver el aspecto de color rojo brillante, aún joven, con su intensidad de color más bien baja y comprobar que estaba todo en buenas condiciones, he encendido la música y he comenzado a degustar.
Quizá los maridajes no funcionen en todas las ocasiones, pero en este concreto sí. La música, el vino, o una combinación de ambas, han conseguido que durante los 5 minutos de canción mis sentidos estuviesen alerta. Mientras oía la canción, he vuelto una vez tras otra a concentrarme en sus aromas a fruta roja fresca, plantas silvestres, flor de azahar, carácter mineral.
En boca entra ligero y refrescante, tiene una acidez justa que junto con los taninos presentes consigue el equilibro del vino. Posee un postgusto dulce, que junto con el amargor de fondo dota al vino de una persistencia bastante alta.
La impresión general que me ha dejado ha sido muy buena. Es un vino muy disfrutable y perfecto si quieres descubrir un pequeño trozo de Navarra.