- lunes, 13 de enero de 2025
- Actualizado 13:44
La Navidad es alegría, luces, villancicos, regalos, cenas opíparas y reencuentros familiares. Sí, en esta época del año, las casas se llenan de júbilo y las familias se reúnen para celebrar la vida.
Lamentablemente, a algunos, esa posibilidad, se nos arrebató injustamente. Nosotras, las víctimas, cada Navidad, echamos de menos el calor, el olor, la voz y la risa de un padre, de un hijo, de un hermano, de un amigo… que nos fue arrebatado o quedó mutilado de por vida con violencia, con silencios cómplices y con miradas hacia otro lado.
Esas actitudes dolían y hoy siguen doliendo como las balas o los explosivos que se los llevaron o que los dejaron postrados. Pero no solo las actitudes, duele hasta el alma la hipocresía y la falsedad. Duele la lejanía. Duele la doble moral. Duele la traición. Y duelen casi tanto como la ausencia.
Pero la Navidad es también una época perfecta para expresar gratitud hacia las personas que nos rodean y nos abrazan con su calor sincero. Nos gustaría este año dedicar unas líneas para mostrar nuestro agradecimiento a Vecinos de Paz, liderada por la incansable Maribel Vals, y a Juan Frommknecht, que, año tras año por estas fechas, se encargan de coordinar la realización de un emotivo acto en recuerdo de todas las víctimas navarras de la barbarie de la banda terrorista ETA.
Con el del próximo 23 de diciembre, en la Vuelta del Castillo, son ya siete los actos realizados en homenaje a todas las víctimas de ETA en Navarra y en particular al general Juan Atarés, en el día del aniversario. Éste, especialmente cruel asesinato, en vísperas de la Nochebuena, cuando iba a felicitar la Navidad a sus compañeros en la comandancia de la Guardia Civil.
Pareciera que siete años son pocos, pero para los que nos hemos quedado sin ese calor, sin esa voz, sin esa presencia, es como si tuviéramos ese acompañamiento desde entonces.
En estos últimos años de pertinaz blanqueo del terrorismo de ETA, de los logros de su entorno y de los responsables de sus actos criminales, cobra una especial importancia para nosotros que alguien manifieste la valentía y la constancia de seguir organizando este tipo de actos para evitar que no se olvide la historia reciente y recordar a sus víctimas—los que ya no están y los que se mantienen vivos—como dignísimo testimonio de la barbarie terrorista.
Es muy especial e igualmente importante para nosotros el acompañamiento de todos vosotros, los ciudadanos que durante estos años habéis dejado vuestras cosas a un lado durante ese rato de la tarde de cada 23 de diciembre para acompañarnos respondiendo a esta llamada.
Se gestó en Berriozar, un municipio navarro marcado por el dolor del terrorismo, y desde su creación se erigieron como un baluarte en defensa de las víctimas de ETA.
Se convirtieron en un símbolo de resistencia ante el totalitarismo de sus vecinos cercanos pertenecientes a la banda terrorista o que la apoyaban.
Pero su campo de acción no ha sido solo la población de Berriozar, sino que han llegado allí donde otros no se atrevían y han sido ejemplo y guía para muchas asociaciones de víctimas del terrorismo.
Desde su fundación, este colectivo ha trabajado incansablemente para honrar la memoria de quienes perdieron la vida por la violencia terrorista a través de actos conmemorativos, concentraciones y manifestaciones pacíficas, arriesgando su integridad sobre todo en los llamados años de plomo.
Aún hoy en día siguen manteniendo viva la llama de la justicia y la dignidad, realizando actos y siendo constantemente el azote de aquellos que se empeñan en blanquear u homenajear a la banda terrorista.
Durante su andadura no se han limitado a recordar a las víctimas; también han ofrecido apoyo y acompañamiento a sus familiares, y gracias a su labor, muchas familias hemos encontrado el consuelo y la fuerza para seguir adelante.
Es un abogado que se ha convertido en un sinónimo de lucha contra el terrorismo y defensa de los derechos de las víctimas; ha dedicado su vida a buscar justicia para los afectados por los crímenes de la banda terrorista y ha luchado y sigue luchando para sacar a la luz la verdad sobre los crímenes sin resolver, lo que hace que siga siendo un faro de esperanza para muchas víctimas que creen que la justicia nunca llegará.
Al reflexionar sobre la extraordinaria labor de ambos, honramos su trabajo y nos llenamos de energía para seguir trabajando de la mano por la Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia de todas las víctimas de la banda terrorista y para hacer todo lo que esté a nuestro alcance por evitar que algo así vuelva a ocurrir.
Por todo lo anterior os convocamos (Vecinos de Paz, Juan Frommknecht y nosotros mismos), a compartir el homenaje que, el 23 de diciembre a las 19:00 h., celebraremos en la Vuelta del Castillo confluencia con Fuente del Hierro (lugar donde fue asesinado Juan Atarés).
Será un acto sencillo y profundo.
Para recordar a las víctimas del terrorismo, heridos y asesinados.
Contra el olvido.
Por un futuro sin falsos relatos.
Por la verdad.
Por la memoria.
En su nombre y en el nuestro, muchas gracias.
Carta enviada por la Junta directiva de Anvite: José Ignacio Toca, Leticia Martín, Olga Izquierdo, Paz Prieto, María Sanz e Íñigo Pascua.