- jueves, 12 de diciembre de 2024
- Actualizado 19:18
Hace unos días nos enteramos de que Skolae fue anulada otra vez por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Se repite la misma historia que ocurrió hace 4 años. El Departamento de Educación cae por segunda vez en la misma piedra.
Normalmente, cuando alguien mete la pata, al menos reflexiona. Pero aquí no pasa eso. Al contrario, ni siquiera reconocen sus errores. Al mismo tiempo actúan de manera autoritaria. Siguen adelante con su plan de imponer toda su ideología de coeducación sin perder un segundo de tiempo.
Por eso, apenas recibieron la noticia del fallo judicial, el Consejero de Educación declaró que este no tendría ningún efecto, lo cual no es cierto. La orden que respalda el plan de Educación está anulada. Por lo tanto, también lo está todo lo que proviene de ella. Skolae vale lo mismo que un billete de cero euros.
Pero ahí queda la declaración del Consejero. Es una táctica común hoy en día: pronunciar algo falso con autoridad para convertirlo en verdad. Y le funciona porque se aprovecha de su posición y de un fuerte aparato de propaganda y medios que le respaldan.
Por otro lado, ya no se trata solo de la ideología que quieren inculcar a nuestros hijos, de la que se ha hablado a menudo. Van a asegurarse de que se cumpla en todos los lugares: el patio escolar, los pasillos, el polideportivo, los aseos, la biblioteca, los espacios de estudio.
También van a controlar incluso nuestra forma de hablar: el lenguaje visual, escrito y oral; así como libros, cuentos, material audiovisual, etc. de las bibliotecas. Todo esto, unido al comportamiento carente de autocrítica del Consejero, nos hace ver que necesitamos urgentemente líderes políticos que gobiernen para todos los ciudadanos.
Esperemos que pronto llegue una renovación política y que la educación deje de ser el campo de batalla donde los partidos políticos imponen sus ideas. Lo que tenemos ahora, donde los políticos ignoran la justicia según sus intereses, se parece demasiado al totalitarismo.