La montaña no es como los humanos. La montaña es sincera.

Seguro que ustedes recordarán aquella serie de documentales emitidos en La 2 y que tenía como temática común la aventura, y que respondía al nombre de Al filo de lo imposible.
¿La recuerdan?
Un gélido paseo que nos trasladaba a la exploración de lugares salvajes y de alto riesgo de la Tierra, como la escalada de cimas de más de 8.000 metros; la exploración de los casquetes polares; la poesía de un helado paisaje del Karakorum; el misterio del reino de Mustang o de la garganta del Yarlung Tsanpo.
Multitud de imágenes que nos despertaban intensas emociones, nos descubrían numerosos lugares y nos presentaban a distintos protagonistas, mientras advertíamos el amargo sabor de la derrota provocada por la montaña o la alegría desbordada al hacer cima y descender al campamento base sanos y salvos.
Un abanico de níveas imágenes de alta calidad fotográfica que subrayaba un deporte de aventura y riesgo en algunos de los escenarios más remotos y recónditos de nuestro planeta.
Edurne Pasabán, Juanito Oiarzabal, Iñaki Ochoa de Olza, Mari Ábrego, Juan Vallejo…
Estos y muchos más fueron los protagonistas de Al filo, una serie que obtuvo numerosos galardones y que dejó de emitirse en el año 2008.
Lejos, muy lejos de las cordilleras del Himalaya y de otras cimas del mundo se erigen nuestras montañas navarras.
Enclaves por los que algunos de los protagonistas anteriormente mencionados y muchísimos más se entrenaron, pasearon o descubrieron una preciosa mañana o tarde de abril, parecida a la de hoy.
Aquí les menciono algunos de estos elevados parajes navarros.
Mesa de los Tres Reyes. Es la cumbre más alta de Navarra y se encuentra situada en los Pirineos, entre las provincias de Navarra y Huesca, haciendo frontera con Francia. Tiene una altitud de 2.428 m y su cima está coronada por una réplica del Castillo de Javier.
Monte Sayoa. Se trata de la cima más elevada del valle de Baztán y de las montañas del Bidasoa, situada junto al puerto de Belate.
Monte Urkulu. Preciosa cima con vistas a los Pirineos y presidida por los restos de una antigua torre, la torre de Urkulu. Perteneciente al municipio de Orbaiceta, es una gran excusa para visitar la zona.
Orzanzurieta. Se sitúa a las puertas de las montañas del Pirineo Navarro. Visita obligada para cualquier montañero navarro. Tiene 1.567 m de altura en la cima.
Larrun. El monte Larrun o Larun es una montaña que nos presenta un espectacular mirador hacia la costa vasca. Se puede ascender por Lizuniaga o desde el collado de Landagaita.
Iparla. Montaña localizada entre Navarra y Francia con vistas espectaculares.
Peña Unzué. Montaña perteneciente a la sierra de Alaiz. En la cima encontraremos las ruinas de un castillo.
Higa de Monreal. Mi montaña preferida. Mi pirámide de Keops.
Sierra de Leyre y Sierra de Aralar. La sierra de Leyre, próxima a mi querida Sangüesa, y la sierra de Aralar, con uno de los lugares con más riqueza megalítica, y en la que se encuentra uno de los santuarios más especiales para los navarros.
Orhi. Es el primer dosmil del Pirineo. Su estampa es de las más reconocibles del Pirineo Navarro.
San Cristóbal. Quien no conoce este monte nunca ha visitado Pamplona.
Es Navarra una tierra para amar y descubrir.
Y así son, igualmente, sus montañas. Amadas cuando las recorres y, de igual modo, emocionantes al descubrirlas.
No son las cordilleras del Himalaya, pero a mis ojos y, sobre todo, en mi corazón tienen más altura que todas aquellas juntas.