• martes, 16 de abril de 2024
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Blog / La cometa de Miel

Fray perico y el mejor docente del mundo

Por Pablo Sabalza

Mejor que mil días de estudio diligente es un día con un gran maestro

Portada del libro Fray Perico y su borrico
Portada del libro Fray Perico y su borrico.

“Pues señor: estos eran veinte frailes que vivían en un convento muy antiguo, cerquita de Salamanca. Todos llevaban la cabeza pelada, todos llevaban la barba muy blanca, todos vestían un hábito remendado, todos iban en fila, unos detrás de otros, por los inmensos claustros.”

Seguramente, hayan reconocido el inicio de este libro que cumple 40 años titulado Fray Perico y su Borrico.

Todos aquellos que ya peinamos canas nos zambullimos por primera vez en el maravilloso mundo de la lectura con esta obra del profesor y escritor nonagenario, Juan Muñoz Martín.

Lejos, muy lejos quedan aquellos años de bata escolar y pantalón corto en los que soñábamos con ser astronautas, bailarinas, futbolistas, maestros e, incluso, escritores.

Ya murieron nuestros abuelos que nos llevaban de la mano hasta la puerta de entrada al colegio; ya se jubilaron l@s profes que por vez primera nos enseñaron la tabla de multiplicar; ya cerraron nuestro colegio o le cambiaron el nombre o se convirtió en un hotel o en un solar…

El poema de Antonio Machado retumba en mi recuerdo…

Una tarde parda y fría 
de invierno. Los colegiales 
estudian. Monotonía 
de lluvia tras los cristales. 

Es la clase. En un cartel 
se representa a Caín 
fugitivo, y muerto Abel, 
junto a una mancha carmín. 

Con timbre sonoro y hueco 
truena el maestro, un anciano 
mal vestido, enjuto y seco, 
que lleva un libro en la mano. 

Y todo un coro infantil 
va cantando la lección: 
«mil veces ciento, cien mil; 
mil veces mil, un millón». 

Una tarde parda y fría 
de invierno. Los colegiales 
estudian. Monotonía 
de la lluvia en los cristales.

El otro día leía una noticia destacada en las redes sociales en la que un profesor keniata ha sido declarado el mejor docente del mundo.

Trabaja en la escuela secundaria Keriko Mixed Day, en Pwani Village, una remota aldea de Kenia, donde el 95% de sus estudiantes viven en la pobreza y el 30% son huérfanos o de familias monoparentales. Una situación que, junto a otros problemas como el abuso de drogas, los embarazos en la adolescencia y el matrimonio prematuro hacen que el abandono escolar sea muy frecuente.

‘La escuela está en un área muy remota. La mayoría de los estudiantes provienen de familias muy pobres. Incluso pagar el desayuno es difícil. No pueden concentrarse porque no han comido suficiente en casa’ apunta el reconocido profesor.

Fuera de las aulas ha enseñado a la gente local a cultivar tierras resistentes para prevenir la hambruna. ‘La inseguridad alimentaria es un problema importante, por lo que enseñar nuevas formas de cultivar es una cuestión de vida o muerte’.

Lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre. Y este profesor ya forma parte de la vida de esos niños.

Y así habitarán en nosotros como los mejores del mundo aquellos docentes y aquellos compañeros de clase y aquellas aulas y libros nuestros.

..y con Fray Perico y su borrico vino a acontecer lo mismo…

“…Si uno se paraba, todos se paraban: si uno tropezaba, todos tropezaban: si uno cantaba, todos cantaban. Daba gusto oírles trabajar. Uno serraba las maderas, otro pelaba las patatas, otro cortaba con las tijeras, otro golpeaba con el martillo, otro escribía con la pluma, otro limpiaba con la chimenea, otro pintaba cuadros, otro abría la puerta, otro la cerraba.”

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Fray perico y el mejor docente del mundo