Terribles noticias para un amante del cine y del libre mercado.
Terribles noticias para un amante del cine y del libre mercado.
Sin que se acabe el mundo, la compra del estudio Warner dejaría en una mala posición al sector de exhibición cinematográfica. “Ya, Santi, pero la gente no va al cine”. Es mal momento para decir eso, ya que Zootrópolis acaba de hacer 700 M en 8 días, Wicked ha hecho más de 400 M, Five Nights at Freddy’s 2 (no la conoces, pero tu hijo sí) acaba de hacer 100 M y está a punto de estrenarse Avatar. Warner, precisamente, ha tenido un mejor año que sus competidores (Universal, Disney, Sony y Paramount), superando los 4 mil M en ingresos por su exhibición cinematográfica.
Además, en 2026, tenemos La Odisea de Christopher Nolan, Dune: Parte 3, Los Vengadores, la nueva película de Steven Spielberg, una comedia de Tom Cruise y Alejandro Iñárritu, Spider-Man 4, Shrek 5, Project Hail Mary, Toy Story 5…
Nunca he sido fan de las adquisiciones; preferiría que los ejecutivos encargados de crecer los ingresos lo hicieran creando nuevos productos o aumentando la calidad. Comprar otra empresa es una forma artificial de crecer. Históricamente, en el sector de medios, este tipo de compras no han salido bien: AOL + Time Warner, Sony + Columbia, Viacom + CBS…
Esta no es la primera vez que Warner es adquirida, pero sí por un competidor directo. Fue comprada por AT&T en 2018 y luego fusionada con Discovery Inc.. Cualquier práctica con tintes monopolísticos puede ser peligrosa para el mercado (menos competidores, despidos, posible subida de precios). En este caso preocupa porque la plataforma nº 1 (301 M de suscriptores) está comprando a la plataforma nº 4 (125 M).
Por otro lado, lo que preocupa es que, de llevarse a cabo (está por verse que los organismos regulatorios lo aprueben), Netflix estrenaría los títulos de Warner como trata sus películas premium: dos semanas y ya. Empezarán diciendo que no para calmar las aguas, pero aplicarían su filosofía consumer first.
También preocupa porque la calidad tecnológica de Netflix es incuestionable, pero la de sus películas… es floja. Especialmente los últimos años. Tienen dos tipos de éxitos: los inesperados (La casa de papel, El juego del calamar, Stranger Things) y los premium, traer a directores legendarios a que rueden sus epopeyas que ningún estudio financiaría (El irlandés, Roma, Frankenstein). Todo lo demás es cine algoritmo.
Sus eventos anuales “TUDUMS”, con adelantos de sus títulos, hace tiempo que dejaron de interesar. Menos consumo en su plataforma y la oportunidad han provocado su decisión de compra.
Aquí hay tres protagonistas: Ted Sarandos (Netflix), David Zaslav (Warner y conocido como la persona más odiada en Hollywood) y David Ellison (Paramount). Paramount parecía la ganadora de la puja; no hace daño tener el favor de Trump. Esa compra todavía es posible, algo más favorable para Hollywood y el cine en general. Por supuesto, lo mejor posible es que Warner no se vendiera.
Esto es una noticia que ha sacudido Hollywood y que, de llevarse a cabo, sería uno de los mayores eventos de su Historia. Por supuesto, titanes de Hollywood como Tom Cruise, Spielberg o Christopher Nolan, presidente del sindicato de directores, están activamente en contra. A pesar de la visión de capitalismo salvaje de USA, sus sindicatos tienen más poder que ninguno en Europa y no están a favor de algo así.
Crucemos los dedos.