Los nominados al Oscar, Benicio del Toro y Josh Brolin, protagonizan este thriller sobre el narcotráfico.
- lunes, 09 de diciembre de 2024
- Actualizado 08:16
Los nominados al Oscar, Benicio del Toro y Josh Brolin, protagonizan este thriller sobre el narcotráfico.
Esta película se trata de uno de mis títulos más esperados de 2018, más que nada porque su predecesora “Sicario” (2015) dirigida por Dennis Villeneuve fue una de las mejores sorpresas que me he llevado en el cine en los últimos años. Era una película con una fotografía increíble y con un guion muy realista que se alejaba de los finales felices de Hollywood.
En esta nueva entrega, para lo que no hace falta haberse visto la primera, repite su guionista Taylor Sheridan y en la silla del director se coloca Stefano Sollima conocido por su trabajo en series de un subgénero cercano como es el mafioso, en “Roma Criminal” y “Gomorra”.
Tengo que decir que esta película me ha encantado, después de ir al cine varias veces y salir decepcionado (Han Solo y Jurassic World), esta cinta me ha dado escenas en las que se trata a la audiencia como personas inteligentes y nos habla y descubre realidades que solo creemos conocer. Muchos críticos suelen usar esa expresión de “te mantendrá al borde del asiento”, yo reconozco que los últimos 50 minutos no pude pensar en nada más de lo que tenía en la pantalla.
Agradecí enormemente el carisma de Benicio del Toro y Josh Brolin, un guion que termina cada escena de una forma totalmente contraria a la que estas esperando y una banda sonora con unos sub-graves que te meten de lleno.
Es muy diferente a su antecesora, esta contiene más acción, es más rápida mientras que la anterior se paraba más analizar lo que estaba pasando, más intimista. Aquí no hay tanto espacio a la reflexión moral. Es una película que recomendaría a todo el mundo porque nos ofrece una visión de cómo funciona nuestro mundo, para la que puedes estar o no de acuerdo, que es única. Y esa es la función del cine.
Yo prefiero por un pelo la primera, pero no puedo esperar a volver a ver la segunda. Los temas que trata no podrían ser más actuales. Hay una escena en un despacho del Secretario de Defensa en la que uno tiene la sensación de que está mirando a través de una mirilla, de que no debería está escuchando esa conversación. Así de bien escrita está.
Es la anti-secuela y a la vez secuela. Cuando aparecen los créditos uno tiene la sensación de que necesita más metraje, más escenas para explorar este mundo, cada personaje parece tener su propia historia que contar. Una tercera parte ya está preparada si esta consigue salir bien. Así que por favor id al cine a ver este peliculón, que no sabemos cuándo obtendremos una parecida.