• jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 17:03

Opinión / Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

Alierta se echa a un lado

Por Carmen Tomás

César Alierta deja la presidencia ejecutiva de Telefónica. La compañía emitía ayer un comunicado en el que anunciaba este hecho y añadía que Alierta seguirá en el consejo de administración de la teleco y al frente de la Fundación Telefónica.

El nombramiento del sucesor se producirá el próximo 8 de abril y el propuesto por el propio Alierta es el actual consejero delegado, José María Álvarez Pallete, quien acumula de una u otra forma 17 años en la cúpula directiva de la compañía.

La noticia ha sorprendido. Parece que ha sido una decisión muy personal. Alierta llevaba casi 16 años en el cargo en los que Telefónica se ha situado en una posición de vanguardia mundial, líder en muchos mercados y comprometida con la era digital. En los últimos años y bajo su presidencia y empuje se creó el Consejo de la Competitividad, un grupo de empresarios que ha tratado de sugerir y de informar a la sociedad sobre la necesidad de aumentar el número de empresas, de modernizarlas y de opinar sobre las reformas que harían de la economía española un economía moderna y próspera. Recuerdo que en uno de sus últimos informes, el Consejo advertía de las claves y recetas para que en España se pudieran generar cientos de miles de puestos de trabajo.

Alierta ha sido estos últimos años un gran convencido de la necesidad de aumentar el tamaño de las empresas españolas y se ha mostrado en numerosas ocasiones partidario de la digitalización de España como medio para ser más grandes y eficientes. También hay que destacar sus escasas incursiones en la vida política, aunque obviamente y como todos los empresarios reclaman estabilidad política y jurídica para poder hacer negocios. En su última comparecencia tras la Junta de Accionistas, Alierta prometió resultados, el año pasado los beneficios sumaron 2.750 millones de euros, y dividendo, todo en efectivo si se consumaba la venta de su filial de telefonía móvil O2 en el Reino Unido. Habrá que esperar pues al Consejo de abril para que se sustancie el cambio de presidente y sabremos si también de política.


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