- jueves, 12 de diciembre de 2024
- Actualizado 19:04
Una vez más, y no será la última, las víctimas de ETA le han dicho a Chivite que sus vomitivos pactos con los que ordenaban asesinatos les producen dolor. No es lo único que provocan esos acuerdos de los socialistas navarros con los abertzales, empeñados en mantenerse en el poder a base de proteger a los que alientan a los terroristas cuando salen de la cárcel.
"Cómo nos hace sufrir ver al Gobierno de Navarra y de España pactar acciones de gobierno con Bildu, el brazo político de ETA", le ha dicho la hija de José Luis Prieto, exjefe de la Policía Foral a María Chivite durante el acto de homenaje a su padre justo el día en el que se cumplían 40 años de la acción de los pistoleros vascos.
Chivite no ha aplaudido esas palabras porque ya no puede, porque lo que defendía hace sólo un par de años, sus principios y sus ideales, los mismos que han defendido muchos socialistas en Navarra, los ha vendido a cambio de unos años como presidenta de Navarra. Indigna, pero presidenta.
¿Qué puede pasar por la cabeza de una persona que debe su puesto a las manos empapadas en la sangre de los que dieron su vida por la libertad cuando escucha los lamentos de sus familias?
La corrupción moral del PSN es posiblemente peor que la que cualquier cargo político puede incurrir cuando roba o estafa a los ciudadanos. Es una corrupción profunda, dañina, que deja un poso de olor nauseabundo y que resume una sociedad enferma que ha normalizado que matar estuvo bien. Y es lo que Chivite ahora propugna y blanquea día sí y día también cuando permite que sus socios celebren que matar y ordenar asesinar no estuvo tan mal. Y tiene que tragar. Y traga.
Chivite está en el Palacio de Navarra con los votos de personajes que, desde la mesa nacional de Herri Batasuna, pidieron a ETA más sangre y no sólo no se arrepienten, sino que se jactan de todo aquello. Qué asco. Que vergüenza ajena produce ver a socialistas de Navarra, con todo lo sufrido, enfangados en el mayor estercolero moral por cuatro días de poder.
Nosotros condenamos, nosotros también éramos víctimas, nosotros estamos con los que sufrieron el terrorismo, dicen con frecuencia los socialistas para tratar de tapar sus vergüenzas. Pero la realidad es bien distinta. Risas y cachondeo a diario con Bildu, mientras cambian presupuestos por acercamiento de criminales sin arrepentir. Repulsivo.
¿Qué hace Chivite en un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo si protege y cuida a los que alentaron matar para imponer sus ideas? ¿Se puede ser más mezquino y miserable?
Desde estas páginas defenderemos siempre, y por delante de cualquier idea política, la dignidad y la memoria de las víctimas y la de toda la sociedad, que durante años sufrió la amenaza abertzale en forma de asesinatos, secuestros, chantajes, impuestos revolucionarios, kale borroka, amenazas, pintadas y miedo.
Chivite, por su parte, mantendrá sus pactos y vergüenzas con todos aquellos que auspiciaron la violencia y mataron para imponer sus ideas, las mismas que sirven ahora a los socialistas para estar en el poder.
Auténtica corrupción moral.