• jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 20:35

Opinión /

La re-ocupación de Rozalejo, uno de los mayores esperpentos políticos de Navarra

Por Gustavo Galarreta

Gustavo Galarreta analiza la acción del desalojo del Palacio de Rozalejo y como el Gobierno de Navarra ha dejado a los pies de los caballos todo el trabajo realizado por la Policía Foral.

Agentes de la Policía Foral controlan los accesos a la Plaza de Navarrería tras el desalojo del Palacio del Marqués de Rozalejo conocido como el gaztetxe 'Maravillas' (07). IÑIGO ALZUGARAY
Agentes de la Policía Foral controlan los accesos a la Plaza de Navarrería tras el desalojo del Palacio del Marqués de Rozalejo conocido como el gaztetxe 'Maravillas' (07). IÑIGO ALZUGARAY

Los hechos ocurridos tras el desalojo y posterior re-ocupación del Palacio de Rozalejo, en el casco viejo de Pamplona, van a pasar a la historia de Navarra como uno de los mayores esperpentos políticos de nuestra comunidad.

Pero más allá del análisis político que lo harán las personas que lo tengan que hacer, me gustaría poner el foco; en una faceta que no mucha gente valora excepto quien la siente; me refiero a la confianza en nuestras instituciones por parte de quien nos gobierna.

Esa institución con años de historia es nuestra Policía Foral, una institución por la que pasan los años y también sus máximos representantes políticos, pero a diferencia de los segundos nuestra policía  sigue como referente para la sociedad navarra.

El desalo que Policía Foral junto con Policía Nacional realizaron de un edificio propiedad del Gobierno de Navarra, se realizó bajo el amparo de una orden judicial, fueron nuestros policías quien se jugaron el tipo enfrentándose a personas que se habían preparado para no poner nada fácil la acción policial. Tras varias horas de un trabajo nada fácil se consiguió desalojar el edificio no sin antes, las personas que ocupaban el edificio y muchas más alteraran gravemente el orden público de todo el casco viejo de Pamplona. La integridad física de la policía en un acción como esta es la que está en juego, solo tenemos que ver las imágenes de policías por los tejados o aguantando la acometidas de los violentos.

Pero lo ignominia para nuestra policía vino después, tras la nueva ocupación del edificio con el beneplácito del nuestro gobierno, el juzgado archivó la causa abierta para el desalojo del palacio de Rozalejo, por; la tolerancia temporal de la ocupación. Tolerancia que tira por tierra el trabajo y esfuerzo de nuestra policía.

El trabajo policial no es nada fácil, no se busca más que la máxima del ver cumplido. Pero esta acción del gobierno permitiendo que se vuelva a ocupar el citado edificio mina y mucho algo que nos tangible; no es otra cosa que la confianza de quien tiene que hacer cumplir las leyes en quien en estos momentos les dirige. Es imposible pensar, que una acción fuera de la Ley no tenga una reacción por parte de quien tiene como deber el salvaguardar los derechos de todos los navarros, pues bien; eso es lo que hicieron nuestros policías y a las pocas horas de jugarse el tipo una acción política tiro por tierra todo ese trabajo y lo mas importante; que la persona que dirige en estos momentos a la Policía Foral pueda mirar a los ojos a esos hombres y mujeres que día a día se juegan la vida y les diga que esta orgullosos de ellos, tras estos hechos todos sabemos que esas palabras no son verdad.

No es lo mismo ser policía que trabajar con policía y día a día lo demuestra quien dirige el Departamento de Interior del Gobierno de Navarra, ya por el siglo XIX el escritor Balzac indicaba; Los Gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna, palabras que tristemente después de tantos año están  de actualidad.


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