Se juntó el partido de la ETA en Irroña para celebrar su congreso este fin de semana, permaneciendo todo como está.

Son un chiste, siniestro pero un chiste. Un meme. Son una puta parodia. Los ves y son el nazi cojo y medio cheposo de Goebbels, que iba pregonando la pureza de la raza aria. Dan risa. Son los límites del humor. Tras el humo de las bombas y los asesinatos, esto es lo que había: unos hermanos Izquierdo sin dos dedos de frente, con mucha ceja y un Puerto Hurraco en su cabeza, al que llaman la patria vasca.
Se juntó el partido de la ETA en Irroña para celebrar su congreso este fin de semana, permaneciendo todo como está. Otegi ha sido reelegido con 66 años para liderar el futuro del partido de los que no se arrepienten de haber violado mujeres con fines políticos. Quien dice violar dice asesinarlas, tampoco nos pongamos tan quisquillosos.
Asesinadas por Euskal Herria, para Euskal Herria, por los vascos, para los vascos. Algún día los nietos les dirán a los abuelos por qué mataron y mutilaron niñas por los vascos, para los vascos. Ese es el legado que va a dejar Asirón a su familia. ¿Por qué me has manchado para toda la historia, haciéndome indisoluble de esa bestialidad que cometisteis en mi nombre, por mí, para mí, aitonita?
El absurdo, tétrico y constante humor negro que quieren colar como elevada doctrina. No renunciamos a nuestra historia, dicen, ni condenamos nada. Vamos, festival del euskohumor, siendo su historia el haber dejado a una niña en un hospital de Madrid mutilada, por ejemplo. Las fotos de Irene Villa en la cama, desmembrada, inocente, especialmente inocente, son demoledoras para su causa, la causa vasca. Te arrancamos las piernas, niña, por la patria vasca, para la patria vasca, como trofeo para los vascos y para las vascas. Tomad las piernas de esta niña como trofeo, nietos míos. Y algún nieto, bisnieto, tataranieto, eso le va a parecer tan repugnante que lo repudiará para siempre. Mi abuelo dio mucho asco, no quiero saber nada de él.
Yo es que de estas cosas ya me descojono. Indignarse con Asirón es un triunfo que no merece. La risa es lo mejor que se le puede regalar al personaje. Tu causa, alikate, es una broma, una coña, un chiste. Vista en perspectiva, tu vida ha sido una parodia, una puta caricatura.
Imaginarte mirándote la cara en el espejo por las mañanas mientras te dices, para que no se te olvide -estas cosas hay que reafirmarlas mucho porque como entre la duda estás perdido-, que matamos cocineros, peluqueros, choferes… para glorificar a nuestros hijos y nuestros nietos como vascos que son, es para descojonarse.
Tú imagínate ser nieto de Asirón y tratar de comprender a tu abuelo sin partirte el culo de risa de la ida de olla a la que consagró su vida y nada menos que para glorificarte a ti, elevarte sobre la historia. Matamos para que pudieras sentir orgullo de ser vasco en el futuro, nieto mío. ¿Es o no es para descojonarse? Lo vasco como indisoluble ya del asesinato, de la sangre. De ahí ya no se vuelve, colega.
Esto Shakespeare lo explica muy bien en Macbeth, pero si no leen a Unamuno, que es de Bilbao, como para leer al inglés. Una vez que matas ya solo puedes ver asesinados donde pones tu vista. Los asesinados no se van nunca. No sé si esa mala cara de Asirón, sentado con Otegi, en las fotos del congreso es porque ya solo ve al rey Duncan o solo es un problema de salud y es tan corto que no se da cuenta de que ese es precisamente su legado: algún descendiente suyo lo verá en todo lo que hizo el aitona. ¿Por qué matasteis en mi nombre, abuelito? ¿Por qué ya nada de lo que somos puede disolverse de ese asesinado ensangrentado que se me aparece cada vez que me miro dentro, aitonita? Y eso es todo.