¿Y esto de las txosnas o txoznas qué es?, me preguntó un guiri el otro día cuando, a cuenta de no sé qué de las txosnas o txoznas, nos estábamos descojonando unos conocidos porque Txibite y su policía hubieran dejado el control de Estella a una manada de unos 200 de sus socios.
Básicamente, le dije, con la excusa de que es que son fiestas, las txosnas o txoznas son estructuras cutres de metal y plástico, que se plantan con la única finalidad de ganar dinero vendiendo principalmente alcohol, sin pagar impuestos, sin control laboral alguno, sin control sanitario de ningún tipo, a lo loco, que llenan las calles de mierda y hacen la competencia desleal a bares y restaurantes que pagan licencias, impuestos, sueldos, seguridad social, tienen inspecciones laborales y sanitarias... esas cosas, por lo que se ve, tan fachas.
Al final de lo que se trata es de ganar dinero, mucho y rápido, y en Navarra y Pais Vasco los partidos aberchándales y demás agrupaciones políticas de izquierda, que casi siempre tienen además su subvención pública añadida, para más descojono del asunto, hace años que encontraron esta fórmula empresarial donde no daban cuenta a nadie de nada de sus negocios.
Privatizan la vía pública, se ponen a vender sus movidas, las cobran enteras sin declarar a nadie ese dinero y se piran sin ni si quiera dar las gracias por las incomodidades, suciedad y demás desperfectos causados a la ciudad o pueblo o barrio en el que se plantan.
¿Pagan limpieza, electricidad, agua, alquiler de suelo público...? Ez. Suelen colar el negocio redondo que tienen montado como acto cultural y aún reciben de lo público más dinero para esos gastos.
En Vitoria este año, por ejemplo, las txosnas o txoznas han montado un pifostio de pelotas porque, oh, Dios, mío, por primera vez en su historia les han dicho que tienen que adherirse al mismo sistema de control de ingresos que los bares regulados de la ciudad y no han querido, claro.
Todos estos partidos aberchándales y colectivos de izquierdas que maman de lo público a dos carrillos -como para no defender lo público y tal, de lo que viven como Juangoikoa (sic)-, cuando toca pagar impuestos a lo público se revuelven y dicen que ni de koña, con ka, que ellos o siguen cobrando sin dar explicaciones y chanchulleando, perdón, txantxuieando, como hasta ahora o te revientan las fiestas.
Y te las revientan, como en Estella, que a los señoritoaks les pareció mal que les movieran 50 metros la ubicación de sus negocios y tomaron la ciudad para seguir haciendo ellos lo que les diera la gana. Txibite y su policía se quedaron mirando, les dejaron hacer, es decir, volvieron a privatizar la calles, suspendieron la bajadica del Puy y a joderse todos. Es lo que hay, donde manda aberchándal, Txibite calla y deja hacer. Y eso es todo.
